La idea de utilería refiere a un grupo de útiles. Los útiles, por otra parte, son los utensilios, los instrumentos o las herramientas que tienen algún tipo de utilidad (es decir, que sirven para un fin).
Se denomina utilería, de este modo, a los elementos que se utilizan en la televisión, el cine y el teatro para complementar una puesta en escena. La utilería, el vestuario y la escenografía permiten que se desarrolle una representación ante el público.
Por ejemplo: «Me gustó la obra, aunque la utilería me pareció un poco pobre», «Tendremos que invertir dinero en la utilería», «Todos los elementos de la utilería son fabricados en el taller del teatro».
Importancia de la utilería
Una taza, una botella, una sombrilla, un espejo, un televisor y una maleta pueden ser parte de la utilería. La importancia de estos objetos depende de cada obra: en algunos casos, apenas forman parte del decorado, mientras que en otros resultan claves para el desarrollo de la historia.
Un espejo puede estar colocado en una pared sin que los personajes le presten atención. Pero también puede volverse imprescindible para la trama si un personaje observa a través de él que alguien se acerca con la intención de atacarlo, dando lugar a un escena de pelea.
El caso de la ópera
Es importante señalar que los guiones no suelen requerir un tipo específico de utilería, a pesar de mencionar y describir diversos elementos de las escenas. Esto abre las puertas a una gran variedad según la persona a cargo de la dirección, ya que cada una puede aportar su propia visión de la historia. Si bien existen ciertos elementos limitadores en las obras, como ser la época y la contemporaneidad con ciertos hechos históricos reales, los directores suelen tomarse tantas licencias como pueden a la hora de llevar sus trabajos al escenario o a la gran pantalla.
Esto se aprecia muy a menudo en la ópera, especialmente desde finales del siglo pasado. Ante la decadencia en popularidad de ciertas óperas que habían sido representadas cientos de veces, como las archiconocidas «El Barbero de Sevilla«, «La Traviata» y «Lucía de Lammermoor«, algunos régisseurs (las personas que se encargan de tomar las decisiones relacionadas con la imagen de la puesta en escena, entre otros aspectos fundamentales) comenzaron a optar por ambientaciones que poco parecían tener en común con el texto, y esto dividió al público en dos grupos bien marcados.
Si bien en algunos casos las diferencias entre la utilería usada tradicionalmente para una obra y la que un director revolucionario escoge para darle nueva vida no son tan drásticas, a veces el descontento de la audiencia se centra en una cuestión de «gusto»: cambiar el tipo de vestimenta y las características del mobiliario y las armas de fuego es una cosa, pero muy a menudo se atenta contra la estética, al presentar puestas en escena que carecen de color, profundidad o armonía.
Tipos de utilería
Es posible distinguir entre los siguientes tres tipos de utilería:
* enfática: en este grupo se encuentra todo aquello que resulta indispensable para la trama y para su comprensión por parte del público. Por ejemplo, el puñal con el que un personaje asesina a otro;
* de mano o de personaje: se trata de todos los objetos que los actores deban manipular, como ser un libro, un bastón o un vaso de agua;
* de escena: los elementos que permanecen en el escenario a lo largo de toda una escena, o de la representación en su totalidad. Por ejemplo, una ventana o una lámpara.
La noción en el deporte
En el ámbito de los deportes, se conoce como utilería al conjunto de elementos que usan los jugadores en las competencias y los entrenamientos: camisetas, botines, pelotas (balones), etc.
Quien se encarga de cuidar y administrar estos elementos es el utilero de cada equipo.