Valoración es el proceso y el resultado de valorar: apreciar o reconocer el valor de algo o alguien. El verbo valorar también puede referirse a indicar el precio de un bien o un servicio.
Valoración de activos
La valoración de activos, por ejemplo, es el procedimiento que se lleva a cabo para la estimación del valor de una empresa, una acción, una patente, etc. Esta valoración suele desarrollarse antes de definir una adquisición o una inversión, por citar dos posibilidades.
Se enmarca en el ámbito de las finanzas, y se considera un modelo, ya que los inversores lo usan de manera consistente cada vez que desean hacer el cálculo de la rentabilidad que debe demandar cuando lleva a cabo una operación como las mencionadas en el párrafo anterior, teniendo en cuenta el riesgo que ésta le supone. A partir de ciertos trabajos realizados por el economista estadounidense Harry Max Markowitz, este modelo de valoración fue desarrollado por Jan Mossin, William Sharpe, Jack L. Treynor y John Lintner, aunque sin vínculo entre ellos.
La sigla por la que se conoce este modelo es CAPM y su aplicación específica es el cálculo del descuento cuando la cartera de inversiones que se tiene es de renta fija. En el caso de activos individuales, se debe aprovechar la línea del mercado de valores, una representación de este modelo que resulta más adecuado porque contempla conceptos como el riesgo no diversificable, el riesgo sistemático y la clase a la que pertenecen dichos activos. Esta línea sirve para conocer la proporción entre el riesgo y la recompensa de todo activo en referencia al mercado general.
En el deporte
En el campo del deporte también se recurre a la valoración. En el básquetbol o baloncesto, la valoración se calcula a partir de distintas estadísticas y permite la medición del rendimiento de los jugadores.
Para medir la valoración de un basquetbolista en un partido, se suman sus puntos, asistencias, rebotes, tapones o bloqueos, robos de balón y faltas recibidas. A este puntaje se le restan los tiros fallados, las pérdidas de balón, los tapones recibidos y las faltas cometidas. El resultado es la valoración en cuestión.
Supongamos que un jugador de básquet anota 14 puntos, con 7/10 en lanzamientos de tiros de dos puntos y 0/1 en triples. Además toma 6 rebotes, pierde dos veces la pelota, recibe tres faltas y comete otras dos. Teniendo en cuenta lo explicado líneas arriba, su valoración es de 15:
14 puntos + 6 rebotes + 3 faltas recibidas = 23
3 lanzamientos de dos puntos fallados + 1 triple fallado + 2 pérdidas + 2 faltas cometidas = 8
23 – 8 = 15 de valoración
Valoración del arte
La valoración del arte, en tanto, combina criterios financieros y estéticos para determinar cuánto vale una obra artística en el mercado. En base a estas valoraciones se realizan las subastas. Dicho esto, queda claro que el aspecto más importante en este caso no es el estético, sino el financiero, aunque es imposible dejar de lado la subjetividad y el bagaje cultural a la hora de hacer la estimación.
Para llevar a cabo este trabajo es necesario tener en cuenta diversas fuentes y comprar sus datos; en este contexto encontramos coleccionistas (tanto particulares como corporativos), casas de remate de obras de arte, los datos estadísticos de las ventas, el análisis de mercado y las actividades de las galerías con mayor relevancia del momento.
Los objetivos de la valoración del arte van más allá de la inversión, la recaudación y la financiación, ya que también se lleva a cabo para valorar un patrimonio, para planificación de seguros, garantías reales y otros temas. Además, no debemos olvidar que las obras pueden ser contemporáneas o antiguas, de artistas importantes o poco conocidos.