La visión es el sentido que le brinda a distintos organismos la posibilidad de detectar la luz y reconocer lugares, personas y objetos (o sea, le posibilita ver).
Con origen en el término latino visĭo, el concepto alude a la capacidad que han desarrollado los animales (entre ellos, el ser humano) a partir de su estructura ocular. En el caso de ciertas maquinarias o dispositivos que imitan este logro, se habla de visión artificial.
El sistema visual pone en marcha distintos mecanismos para que la visión se haga posible. En principio, asume la tarea de interpretar el estímulo recibido para formar a partir de él la imagen óptica correspondiente en la retina, a través de la córnea y del cristalino de cada ojo. Esta parte del proceso visual está a cargo del sistema óptico.
Componentes de la visión
En concreto, podemos exponer que dentro de lo que es el sistema óptico hay que destacar el papel fundamental que desempeñan diversos elementos del ojo. Entre los mismos se encuentran la córnea, el humor acuoso, el iris, el cristalino y, por supuesto, la retina.
Parte vital del ojo esta última citada que puede verse afectada por una serie de enfermedades de más o menos importancia. Así, entre las mismas hay que subrayar los conocidos como cuerpos flotantes que son unas manchas en el campo de la visión, el desprendimiento de retina, el agujero macular o la degeneración macular.
Sistema sensorial del órgano ocular
Por otra parte, las células que se localizan en la retina constituyen el denominado sistema sensorial del órgano ocular. Aquí intervienen los fotorreceptores, que se encargan de capturar la luminosidad que llega a ellos. Según los expertos, hay dos clases de fotorreceptores: unos que se conocen con el nombre de conos y otros que se definen bastones.
En esta etapa del proceso participan también otros tipos de células, encargadas de convertir la luz en impulsos de carácter electroquímico y de conducirlos hasta el nervio óptico. Una vez allí, se transmiten a diferentes zonas, entre las cuales se pueden mencionar al área del núcleo geniculado lateral y a la corteza visual del cerebro.
El proceso de reconstrucción de las distancias, el reconocimiento de los colores, los movimientos y las formas de los objetos, finalmente, se lleva a cabo en el cerebro.
Otras acepciones del término visión
Cabe resaltar que el diccionario de la Real Academia Española (RAE) le atribuye al concepto de visión muchos otros significados, como el de describir a la contemplación directa sin que haya una percepción sensible; el de nombrar a una opinión que un individuo puede tener sobre una cuestión o problema concreto; el de estar relacionado a la consideración como verídica y real de una fantasía o ilusión; y al de representar a una imagen que, de modo sobrenatural, se aprecia a través de la vista o mediante una recreación de algo imaginario.
Teniendo en cuenta dichas acepciones algunos de los ejemplos que pueden funcionar para explicar todo lo que hemos subrayado serían los siguientes: «El joven tuvo una visión fantasmagórica mientras dormía en la mansión abandonada» o «La médium ha tenido una visión de lo podría haberle sucedido al chico desaparecido».
De la misma forma habría que subrayar que este tipo de visiones también se producen en determinadas personas que están enfermas. En concreto, las padecen aquellos que se encuentran viviendo un momento de psicosis, es decir, los que por alguna circunstancia concreta se hallen pasando un estado mental que les aleja de la realidad.
Pacientes los citados que no sólo tendrán esas mencionadas visiones, tanto auditivas como visuales, sino que además sufren de cambios bruscos de la conducta, pérdidas de memorias, depresiones, y sensaciones de que la gente les observa e incluso de que se encuentran tramando algo contra él.
Por último, podemos mencionar a la visión empresaria, un componente del proceso de planeamiento de una empresa.