Vudú es el nombre que recibe una religión que tiene sus orígenes en África y que fue desarrollándose a partir del contacto con el cristianismo de los esclavos que eran trasladados a Europa y a América. Estas personas comenzaron a combinar sus creencias con otros elementos y así se fueron forjando las particularidades del vudú.
Por su conjunto de rituales y creencias, el vudú es definido como animista (confiere alma a objetos) y teísta (cuenta con deidades). Sus cultores creen en el estado de trance como vehículo para comunicarse con estas divinidades y en los sacrificios como ofrendas.
Características del vudú
Es importante tener en cuenta que, debido al sincretismo, el movimiento que busca conciliar diferentes doctrinas, existen numerosas variantes del vudú e incluso se han desarrollado religiones derivadas, como la umbanda y la santería. En un sentido amplio, puede decirse que el vudú sostiene la existencia de una entidad que rige el universo sobrenatural, pero que no es accesible al ser humano. De esta manera, los hombres se comunican con dicho universo mediante otras entidades que se conocen como loas. En otras palabras, los loas son intermediarios entre las personas y la principal entidad sobrenatural.
Cada loa es convocado y alabado de un modo diferente con rituales, danzas y otras prácticas. El vudú también contempla la participación de sacerdotes (houngan) que tienen la capacidad de contactar a los loas para que estos espíritus hablen a través de ellos.
Cuando el houngan emplea su poder para realizar el mal, se lo llama bokor. Hay quienes creen que el bokor puede hacer magia negra, apelando a muñecos para dañar a las personas o convirtiendo a los muertos en zombis.
Conjure o hoodoo
Por otra parte, existe el denominado vudú de Nueva Orleans, que también se conoce con el nombre de hoodoo o conjure, y se trata de un tipo de magia que usa la porción afroamericana de la población de dicha región de los Estados Unidos.
Se formó a partir del sincretismo, y por lo tanto combina prácticas de la tradición de varias religiones, como ser las tradicionales de África y Europa, algunos conceptos y prácticas de los libros de magia europeos denominados grimorios, y prácticas propias de ciertas tribus americanas.
Controversias sobre el vudú
Ciertos aspectos del vudú son muy controvertidos, y esto lo vuelve una fuente irresistible de contenido para guionistas y narradores de todo el mundo, especialmente para géneros tales como el terror y el suspenso. Sin embargo, como suele ocurrir cuando una creencia o disciplina se lleva a la ficción, muchas de las historias que giran en torno al vudú están plagadas de errores en lo que hace a las bases y las prácticas de esta religión, algo que no la ha beneficiado para nada.
En primer lugar, el término vudú es usado a menudo fuera de contexto y sin el suficiente conocimiento de la religión simplemente para hacer alusión a cuestiones tales como el satanismo, los muñecos y los zombis.
Si nos enfocamos en este último punto, por ejemplo, es importante señalar que el poder de traer a una persona de la muerte, es decir, reanimarla por medio de prácticas de brujería no es un fenómeno mayor dentro de la cultura del vudú ni forma parte de la religión, aunque existan evidencias de este tipo de magia por parte de sus practicantes. De hecho, se cree que crear a un zombi depende más de un hechicero o de un bokor que de un sacerdote.
Los muñecos y las agujas, la imagen más generalizada del vudú, parece haber surgido en el folclore mágico de Europa, aunque se desconoce su origen exacto, y luego haber llegado al hoodoo, por lo cual tampoco se trata de una práctica exclusiva o representativa del vudú.