La xilografía es la disciplina artística que consiste en la grabación sobre madera. El término también se utiliza para nombrar a la impresión tipográfica que se lleva a cabo con láminas de madera que han sido grabadas.
La técnica consiste en el tallado de una imagen o de un texto en una plancha de madera, por lo general de peral o cerezo. Para realizar esta tarea, se utiliza un buril o una gubia. Una vez realizado el tallado, se coloca tinta para impregnar la superficie y luego se presiona la madera contra un trozo de tela o papel, entre otros soportes, para imprimir el grabado.
Origen de la xilografía
Los historiadores afirman que la xilografía surgió en China. Con los años, el surgimiento de otros métodos de mecanización más eficaces y rápidos para imprimir hizo que la xilografía perdiera popularidad. Actualmente, la xilografía ya no se utiliza en el ámbito industrial, aunque mantiene sus adeptos entre los artesanos y los artistas.
Durante mucho tiempo, de todos modos, la xilografía fue la técnica más empleada para ilustrar libros. También se utilizó mucho para la creación de estampas de tipo religioso y para la confección de naipes.
Las obras más antiguas de xilografía que conocemos en la actualidad datan de antes del año 220, de China, y se trata de impresión en tela. Con respecto a los ejemplos provenientes de Egipto, son tres siglos más recientes. En Japón existe el ukiyo-e, una clase de impresión que se efectúa con ayuda de sellos de madera.
Lógicamente, cuando surgió la imprenta, la xilografía perdió relevancia, y por eso comenzó a utilizarse para la ilustración. Más tarde, con la llegada de la calcografía (también denominada estampación en hueco o grabado calcográfico, consiste en imprimir imágenes grabadas en una lámina de metal, con ayuda de una prensa), que la superaba considerablemente en precisión, su popularidad disminuyó aún más.
Clasificación según el tipo
La xilografía se puede clasificar de distinta forma de acuerdo a cómo se desarrolla el grabado. En la xilografía a testa, la superficie en la cual se graba se corta de modo perpendicular a las fibras de la madera. En la xilografía al hilo, en cambio, la superficie se corta de forma paralela a las fibras.
Entre los artistas más populares que se han destacado en el terreno de la xilografía aparece Albrecht Dürer (1471–1528), conocido en nuestra lengua como Alberto Durero.
El proceso de la xilografía
A grandes rasgos, el proceso comienza con la realización de un dibujo sobre una hoja de papel, el cual seguidamente debe ser traspasado a la plancha de madera. Este paso es fundamental, ya que es muy importante concebir un diseño que se adapte al formato, que pueda apreciarse y generar un impacto positivo una vez completado el proceso de grabado.
Por lo general los dibujos de la xilografía presentan un nivel admirable de detalle, especialmente en las texturas; por ejemplo, las aves tienen las plumas bien definidas, es posible apreciar cada ladrillo de los muros, y las plantas exhiben un gran número de hojas independientes. Claro que esto vuelve aún más impresionante el trabajo de los xilógrafos, ya que el tallado en madera de dichos elementos requiere una dedicación y una precisión sin igual.
Habiendo transferido el dibujo a la madera, llega el momento de utilizar los instrumentos antes mencionados para llevar a cabo el grabado: con ayuda de una gubia o un buril es necesario tallar la superficie para que solamente sobresalgan las líneas que pretendemos imprimir al final del proceso. Los artistas de la xilografía tienen un talento muy particular, que les permite intuir dónde, cómo y cuánto tallar para obtener el resultado que esperan; una máquina, por otro lado, podría alcanzar una precisión mayor, pero no ofrecería una obra de arte.