Una virtud es una cualidad positiva que permite producir ciertos efectos. Existen distintos usos del término -procedente del latín virtus– vinculados a la fuerza, el valor, el poder de obrar, la eficacia de una cosa o la integridad de ánimo.
Se denomina virtud, en definitiva, a una característica estable de la persona, ya sea natural o adquirida. Existen virtudes intelectuales (asociadas a la inteligencia) y virtudes morales (relacionadas con el bien).
Tipos de virtud
La virtud intelectual está formada por la capacidad de aprendizaje, el diálogo y la reflexión en la búsqueda del conocimiento verdadero; dentro de sus límites, es posible distinguir entre la razón teórica y la razón práctica.
La virtud moral, por su parte, es la acción o el comportamiento moral. Se trata del hábito que es considerado como bueno y conforme a la ética. La justicia (dar al prójimo lo que le es debido), la fortaleza (capacidad de resistirse ante las tentaciones), la prudencia (actuar conforme a un juicio recto) y la templanza (moderar la atracción de los placeres) son las virtudes cardinales.
El concepto en el lenguaje coloquial y en la religión
En el lenguaje cotidiano, virtud se utiliza para hacer referencia a las cualidades de cualquier persona: «Ser paciente es una de mis virtudes», «Franco Fagioli tiene muchas virtudes como cantante, entre las que se encuentran su agilidad y su dotes interpretativos».
Las virtudes teológicas, sobrenaturales o infusas, por otra parte, son aquellas que, de acuerdo a la doctrina cristiana, Dios concede al hombre para que actúe como su Hijo.
Luego de la clasificación de los siete pecados capitales, la Iglesia identificó siete virtudes que ayudarían a los creyentes a mantenerse alejados del mal. A cargo del papa Gregorio el Grande, la iniciativa tuvo como objetivo principal alentar al pueblo a cumplir con los mandatos de la Biblia, a través de diversos sermones que describían la segunda visita de Jesucristo a la Tierra así como los castigos infernales que esperaban a los infieles.
Basado en un profundo conocimiento de las escrituras sagradas, este peapa colaboró con la redacción y organización de las siete virtudes, las cuales se detallan a continuación:
- Fe: se centra en creer en las materias relacionadas con Dios, que no se pueden ver. Se opone al pecado del orgullo, que consiste en confiar en las propias capacidades antes que en las divinas. Se simboliza con una mujer que sostiene una cruz, un cáliz o ambos, mientras San Pedro se posa a sus pies.
- Esperanza: se trata de confiar en que el bien saldrá victorioso por sobre el mal y que el control del futuro estará en manos de un Dios misericordioso. Su pecado correspondiente es la envidia, el deseo de poseer lo ajeno basado en la falta de esperanza en el propio futuro. La simboliza una mujer alada con sus manos apuntando al cielo.
- Caridad: consiste en preocuparse por el prójimo y en estar siempre dispuesto a brindarle apoyo. Por el contrario, la ira busca el dolor de los demás. Se simboliza con una mujer rodeada de niños y amamantando a uno de ellos, y con San Juan Evangelista a sus pies; asimismo, puede tener un corazón ardiendo en sus manos.
- Fortaleza: es sinónimo de determinarse a luchar hasta el final. Se opone al pecado de la pereza. Su símbolo es una mujer que puede tener una espada, un escudo o un palo, o bien estar junto a una columna (refiriéndose al derrumbamiento del templo filisteo causado por Sansón, quien se ubica a sus pies).
- Justicia: se consigue tratando a las personas con equidad, a diferencia de la lujuria, que acarrea la valoración de la gente y las cosas de forma desproporcionada. La simboliza una mujer con una espada y una balanza en sus manos, y al emperador Trajano a sus pies.
- Prudencia: se trata de ser moderado y de cuidar la economía. Se opone a la glotonería, que lleva a la gente a entregarse a sus deseos sin medir las consecuencias. Su símbolo es una mujer de dos cabezas, que sostiene una serpiente y un espejo y tiene a sus pies a Solón.
- Templanza: identificar las cosas verdaderamente indispensables para la vida, opuesto a la avaricia, que consiste en el deseo desmedido de posesiones. Se simboliza con una mujer sosteniendo dos vasijas o una espada, mientras Escipión el Africano se posa a sus pies.
Ejemplos de virtud
Como ya hemos indicado, las virtudes suelen vincularse a la moralidad. Un ejemplo de virtud es la honestidad: si el cliente de un restaurante le avisa al camarero que hay un error en su cuenta y que le iban a cobrar de menos, actúa de acuerdo a esta virtud.
La compasión es otro ejemplo de virtud. Una mujer que observa en la calle un pájaro herido y lo recoge para curarlo y cuidarlo en su hogar hasta que pueda valerse por si mismo y volver a vivir en libertad demuestra que posee esta virtud.
Si alguien dona todos los meses el 30% de su salario, esta decisión refleja su generosidad y altruismo. Otros ejemplos de virtudes son la lealtad, la gratitud, la sinceridad y la tolerancia.