Abierto es un término que permite referirse a múltiples cuestiones. Se trata, por lo general, de un adjetivo, aunque hay ocasiones en las que aparece como sustantivo (por ejemplo, en las competiciones deportivas en las que pueden participar todas las categorías: “Hoy comenzó el abierto de Australia”).
Una persona abierta es franca y receptiva, y no juzga apresuradamente a los otros, sino que acepta las diferencias ideológicas y culturales, e incluso es capaz de cambiar de parecer y aprender de los demás. Una lista abierta, por su parte, es susceptible de cambios: “Escucho propuestas, la lista sigue abierta”. Los negocios o asuntos abiertos tienen un significado similar, ya que el adjetivo hace referencia a aquello que aún no está resuelto: “El trato está abierto ya que todavía faltan acordar varios puntos”.
Sonido abierto
Un sonido abierto es aquel que se articula con un amplio grado de abertura, mayor que en los sonidos considerados como cerrados (vocal abierta). En el canto es muy importante desarrollar un profundo conocimiento de esta característica del sonido para atravesar con éxito toda la extensión de la voz. Básicamente, la vocalidad humana se divide en tres registros: el grave, el central y el agudo. Sin embargo, un aparato fonador bien educado es capaz de trascender esos límites en ambas direcciones.
Para conseguir pasar de un registro a otro sin que se noten cortes en la voz es necesario, en parte, dar a las vocales la apertura necesaria, lo cual repercute en un sonido más o menos redondo. Las notas que representan las transiciones entre dichos segmentos se denominan pasajes, y suelen traer muchos dolores de cabeza a los estudiantes de canto. En reglas generales, y tomando la vocal «a» como referencia, para cantar en el registro grave se utiliza un sonido muy abierto, el cual se va cerrando a medida que se sube, cobrando una forma más redonda, como si se mezclara gradualmente con una «o». Al llegar al pasaje entre el centro y la región aguda, es probable que sea necesario volver a abrirla, comenzando un camino opuesto, que acabará por deformar todas las vocales y volverlas casi indistinguibles.
Un tipo de código
Un software de código abierto (u open source, en inglés) es aquél que se distribuye de forma libre y que es susceptible de modificación por parte de los usuarios, ya que ofrece acceso a las fuentes. Dados los elevados precios de los programas y la resistencia de los usuarios a pagar por ellos, la popularidad de las aplicaciones de código abierto ha crecido considerablemente en los últimos años. Sin embargo, estos productos no representan la cura definitiva contra la piratería, dado que generalmente carecen de las funciones que hacen brillar a sus alternativas pagas.
Entre los programas de fuente abierta más populares se encuentra, sin lugar a dudas, GIMP. Se trata de una aplicación que nació como una alternativa gratuita a Photoshop; entre sus bondades, debe destacarse que sus desarrolladores ofrecen versiones para varios sistemas operativos, incluyendo Windows y Linux, y que posee una amplia variedad de herramientas muy potentes. Sus puntos débiles son, por otro lado, su interfaz gráfica y la gran dificultad que supone aprender a realizar tareas que en su competencia pueden llevarse a cabo con una simple acción.
Otros usos del término abierto
Respecto a una caballería, la noción de abierto permite mencionar que separa de forma excesiva sus extremidades al caminar o trotar. Un terreno o un campo abierto, en tanto, es el que se encuentra sin cercos ni muros, y que presenta una superficie dilatada o llana.
Una carta abierta está destinada a la difusión general; es decir, no es personalizada a un solo remitente o no tiene carácter confidencial. En lo referente a la electricidad, un circuito abierto es un circuito interrumpido que no permite el paso de la corriente.