Absurdo es aquello que carece de sentido o que es opuesto o inverso a la razón. El concepto, derivado del latín absurdus, también se refiere a lo extraño, raro, descabellado, ilógico o insensato.
En la lógica, el absurdo aparece cuando una serie de proposiciones deriva, de manera inevitable, en la negación o refutación de cada una de ellas.
Filosofía del absurdo
La filosofía del absurdo o absurdismo está basada en la inexistencia del significado predeterminado y absoluto del universo respecto al hombre; todo esfuerzo de los seres humanos por conocer el origen del Universo y de aquellas cuestiones absolutas es en vano ya que no existe una respuesta a esos interrogantes que pueda ser comprendida por nuestra naturaleza.
Se caracteriza por su condición escéptica frente a los principios de la vida y la creación del mundo, asegurando que la existencia no tiene un sentido y que tampoco hay un destino marcado, por lo que todos los seres humanos tenemos derecho a la libertad y a trazar nuestro propio camino.
Su vínculo con el existencialismo
El absurdismo está vinculado al existencialismo, aunque no son movimientos idénticos. El filósofo y escritor francés Albert Camus fue el impulsor del absurdismo después de alejarse del movimiento existencialista. Pueden encontrarse los fundamentos de esta teoría filosófica en algunas de sus obras, tales como «El extranjero«, donde el autor afirma que toda vida es insignificante y que su valor depende exclusivamente del que los seres humanos le den. De este modo la existencia se trata de un ciclo constante que se repite de forma inútil, movido por la tradición más que algo auténtico y absolutamente diferente a lo conocido.
Esta teoría se volvió popular después de la Segunda Guerra Mundial, y muchos filósofos existencialistas se apoyaron en ella; posiblemente la razón de esto sea que la tristeza que dejó la guerra a su paso, generó un gran escepticismo en torno a la vida de las personas, y la única forma de continuar viviendo fue tomando una postura de lo efímero para evitar que esa desazón se volviera aún más intensa.
El absurdo en la cultura
Varios movimientos culturales han apelado al absurdo, como la patafísica, que surgió a mediados del siglo XX. Se trata de una especie de ciencia paródica que estudia soluciones imaginarias y las leyes que se encargan de regular las excepciones.
El humor absurdo es una clase de comicidad que apela a hechos disparatados para lograr que el público se ría. El grupo inglés Monty Python, que actuó entre 1969 y 1983, es uno de los exponentes más famosos.
El teatro del absurdo, en tanto, es un concepto que se utiliza para nombrar las obras creadas por algunos dramaturgos en las décadas de 1940, 1950 y 1960.
Su importancia en la literatura
En literatura se habla del absurdo para hacer alusión a una técnica o estilo que consiste en apelar a componentes que no tienen coherencia dentro de un contexto con previsibilidad lógica. Esto resulta bastante común en la parodia y en el humor. De todas formas es necesario aclarar que para que un texto pueda ser considerado absurdo no necesariamente debe contar con elementos humorísticos o ilógicos, ni tampoco contar con personajes que no tengan un buen dominio de la razón.
Lo que hace que un texto sea absurdo es la perspectiva de razonamiento que impone el autor; es decir, cuando se deja constancia del carácter irracional que tiene la vida, de la falta de coherencia en nuestra existencia y demás cuestiones que rozan más lo filosófico que lo ficcional. Por lo tanto, podemos decir que una historia absolutamente cuerda que tiene un trasfondo de irracionalidad puede ser considerada absurda. Para poder decidir si un texto es absurdo, en definitiva, basta con analizar la reflexión que el texto ofrece: si ésta es contradictoria o incluso ridícula, entonces no podemos tener dudas al respecto.