Acopio es el proceso y el resultado de acopiar. Este verbo menciona el acto de acumular algo, por lo general provisiones o víveres. Por ejemplo: “El municipio anunció la creación de un centro de acopio de semillas”, “El acopio de las donaciones se desarrollará en las escuelas de la ciudad”, “La policía detectó tres lugares de acopio de drogas cerca de la frontera”.
La definición del diccionario de la Real Academia Española, entre otros, señala que la acumulación se debe dar en gran cantidad para que podamos hablar de acopio. Esto se debe a que no se trata de una acción casual, sino voluntaria, con un objetivo bien definido.
Centro de acopio
En muchas regiones, es habitual que existan centros de acopio que reúnen la producción de aquellos emprendedores que, por cuestiones tamaño, tienen dificultades para comercializar sus productos de manera directa. Estos espacios de acopio sirven para que los pequeños productores reduzcan sus costos y negocien en conjunto, obteniendo más beneficios al vender sus mercancías.
Tomemos el caso de un pueblo donde mucha gente vive de la pesca artesanal, que se realiza en pequeños botes y a escala reducida. Estos pescadores suelen vender los pescados en la playa, colocando la mercadería en recipientes con hielo para que no se pudra. El gobierno local, con la intención de que los pescadores puedan almacenar el pescado por más tiempo y venderlo al por mayor, crea un centro de acopio con cámara frigorífica. De este modo, los pescadores artesanales no están obligados a vender el pescado fresco apenas salido del mar, sino que cuentan con más posibilidades de comercialización.
Ayuda a la competencia
Es importante comprender que la finalidad principal de los centros de acopio es permitir que los pequeños productores compitan en los mercados de las grandes urbanizaciones con artículos de calidad y con la cantidad suficiente para hacer frente a la demanda.
Otro ejemplo de centro de acopio se da en los caminos principales de las regiones de producción agrícola que se encuentran relativamente alejadas de las ciudades más importantes. Allí se concentra la producción, luego se somete a un proceso de selección y empaquetado, y finalmente se envía a los mercados urbanos. Algunos de los elementos comunes a estos centros son un galpón adaptado a la carga y descarga de verduras, mesas de selección y balanzas.
El acopio en situaciones de emergencias
La idea de acopio también aparece en las catástrofes naturales, cuando se ponen en marcha movimientos para recaudar fondos con el objetivo de ayudar a los damnificados. Es habitual que quienes coordinan la campaña solidaria establezcan lugares de acopio para luego enviar las donaciones a los afectados.
El concepto de acopio aparece en otras situaciones de emergencia, como ser una profunda crisis económica caracterizada por bruscos cambios en los precios de los alimentos: cuando se dan casos descontrolados de inflación, es común que la gente se dirija en cuanto puede a su supermercado más cercano para hacer acopio de víveres, ya que no sabe cuánto costarán los productos que necesita al día siguiente.
Situaciones como ésta han ocurrido más de una vez, en diferentes países, y generan una gran desesperación, ya que los precios pueden cambiar de un momento a otro, mientras la gente intenta hacerse con tantos productos como sea posible y lucha con decenas de otros ciudadanos que se encuentran en la misma pesadilla.
La necesidad del acopio en un caso como éste existe sobre todo en familias con niños pequeños, ya que su correcta nutrición es una de las prioridades de sus padres: mientras que un adulto podría mantenerse con productos tales como el arroz y la pasta, los niños necesitan una gran variedad de alimentos para que sus organismos puedan desarrollarse de manera adecuada.