Si alguien recibe un golpe en el ligamento rotuliano, levantará la pierna por un acto reflejo.
Un acto reflejo es un movimiento involuntario que una persona realiza como respuesta ante cierto estímulo. Estos movimientos son controlados por el arco reflejo: una serie de estructuras que actúan intermediando entre el receptor sensorial y el efector.
Hay que diferenciar, por lo tanto, entre el acto reflejo (una acción involuntaria y estereotipada) y el arco reflejo (las estructuras que impulsan la realización del acto reflejo).
TemasConceptos complementarios
Veamos una breve definición de algunos de los conceptos complementarios de acto reflejo, para poder comprender su uso en este contexto:
* receptor sensorial: se trata de una terminación nerviosa hallada en el oído, la lengua, la nariz, los ojos y la piel, entre otros órganos sensoriales. Tiene a su cargo la recepción de los estímulos externos e internos, para luego transportar los datos y obtener una respuesta en forma de sensaciones e impulso nervioso. Este impulso luego es llevado al sistema nervioso central, donde se procesa para que el individuo obtenga información acerca de las características de su entorno y pueda responder de forma adecuada;
* neurona sensorial: también se denomina neurona sensitiva, y es aquella que se encarga de convertir todo estímulo externo en uno interno. Su activación tiene lugar por medio de la acción de los sentidos, y envía al sistema nervioso central unas proyecciones para la posterior transmisión de información a la médula espinal o el cerebro. Una diferencia fundamental entre este tipo de neurona y la que podemos hallar en el sistema nervioso central, es que la primera recibe estímulos tales como el sonido, la temperatura o la luz, y no de otras neuronas;
* neurona integradora: conocida también con el nombre de interneurona, forma parte del sistema nervioso central, su tamaño es escaso y su axón (una prolongación cuya longitud determina el tipo de neurona) es de poca extensión. La interneurona no se conecta con fibras musculares ni receptores sensoriales, sino que lo hace exclusivamente con otras neuronas, y esto le permite llevar a cabo funciones de gran complejidad;
* neurona motora: otro concepto fundamental para la comprensión del acto reflejo, ya que se trata del tipo de neurona involucrada directamente con el movimiento y la locomoción de los vertebrados. Cuando transmite un impulso nervioso, la célula muscular reconoce la señal gracias a la presencia de receptores, los cuales generan una respuesta;
* efector: es una célula nerviosa que produce una respuesta cada vez que recibe un estímulo. Algunas de las más comunes son la secreción de alguna sustancia y, esencial en el caso del acto reflejo, el movimiento.
Muchas acciones de los bebés recién nacidos son actos reflejos.
Cómo se desarrolla un acto reflejo
Cada acto reflejo implica la coordinación de tres etapas a gran velocidad: la excitación, la conducción y la reacción. Todo el proceso comienza cuando los receptores captan el estímulo nervioso, que es conducido a través del arco reflejo hacia el efector para el desarrollo de la respuesta.
Dicho de otro modo: el estímulo nervioso produce una excitación (la primera etapa del acto reflejo), que motiva la conducción (segunda etapa) del mensaje hacia la médula espinal. Este tejido nervioso es el responsable de la coordinación de la respuesta, que se desarrolla como reacción (tercera etapa).
Clasificación según el tipo
De acuerdo a las clases de neuronas que intervienen en el acto reflejo, es posible distinguir entre los actos reflejos simples y los actos reflejos compuestos. En los actos reflejos simples, actúan solo dos neuronas: la neurona sensitiva y la neurona motora. En los actos reflejos compuestos, en cambio, también interviene una neurona intercalar que media entre la sensitiva y la motora.
Un ejemplo típico de acto reflejo es el movimiento que realizamos cuando recibimos un golpe en el ligamento rotuliano (en la zona de la rodilla) y, de modo involuntario, levantamos la pierna.
