Aeróbico es un adjetivo que se emplea en el terreno de la biología para nombrar a aquello vinculado a la aerobiosis. Este concepto (aerobiosis), por su parte, refiere a la vida que se desarrolla en los ambientes que disponen de oxígeno.
Los aerobios son los organismos que necesitan de oxígeno para subsistencia. También llamados organismos aeróbicos, estos seres utilizan la energía que se libera cuando se produce la oxidación de distintas sustancias.
Etimología de aeróbico
Para poder conocer con precisión el significado del término aeróbico, es importante descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos determinar que se trata de una palabra que deriva del griego y que significa “relativo a los ejercicios con mucho movimiento o al organismo que necesita de oxígeno para poder vivir”.
Además, tenemos que subrayar que es fruto de la suma de tres componentes claramente delimitados:
- El sustantivo aero, que es equivalente a “aire”.
- El nombre bio, que puede traducirse como “animal”.
- El sufijo -ikos, que significa “relacionado con”.
Un tipo de actividad física
Los ejercicios aeróbicos, por otro lado, son aquellas actividades físicas que apuntan a quemar grasa haciendo uso de una elevada cantidad de oxígeno. Estos ejercicios, que permiten mejorar la resistencia de la persona, son poco intensos pero se desarrollan en periodos extensos, a diferencia de los ejercicios anaeróbicos (más intensos y breves).
Trotar, andar en bicicleta y nadar son algunos de los ejercicios aeróbicos más populares. Cuando la persona realiza estas actividades, inhala una importante cantidad de oxígeno que le permite quemar grasas. El uso del oxígeno además ayuda a mejorar la capacidad pulmonar y aporta beneficios al sistema cardiovascular.
Aunque los ejercicios aeróbicos contribuyen a la salud, hay que tener en cuenta diversas cuestiones antes, durante y después de realizarlos. Lo primero es acudir al médico para realizar un examen que permita saber qué tipo de ejercicio es posible realizar de acuerdo a las condiciones del organismo.
Más beneficios de los ejercicios aeróbicos
Además de los ya mencionados, existen otros numerosos beneficios que trae consigo la práctica de ejercicios aeróbicos, tales como estos:
- Permiten mejorar notablemente en resistencia.
- Se convierten en una estupenda alternativa para poder adelgazar.
- No aumentan la masa muscular.
- Mejoran la circulación sanguínea.
- Consiguen desde mejorar la calidad del sueño a aumentar la autoestima o subir el estado de ánimo.
- Fortalecen los huesos.
- Reducen las posibilidades de sufrir algún tipo de fractura ósea.
Antes de hacer ejercicios aeróbicos, también es importante realizar un calentamiento previo para minimizar la posibilidad de sufrir una lesión muscular. Al finalizar la actividad, se recomienda estirar los músculos. Otro aspecto a considerar es la necesidad de hidratación, tanto después de los ejercicios aeróbicos como mientras se llevan a cabo.
Las prácticas anaeróbicas
Es importante conocer que, cuando se habla de ejercicio aeróbico, de manera irremediable también se habla del llamado anaeróbico. Este se identifica porque combina distintos tipos de ejercicios de gran intensidad en breve periodo de tiempo y obliga al corazón a bombear la sangre de manera más rápida.
Entre las variedades o disciplinas más significativas del mismo están el fútbol, la gimnasia rítmica, el levantamiento de pesas, la realización de abdominales y las carreras cortas que se desarrollan a gran velocidad.