El término latino agglutināre llegó al castellano como aglutinar. Este verbo menciona la acción de lograr que diferentes elementos queden unidos entre sí. Por ejemplo: «Para aglutinar la preparación lo ideal es utilizar huevo», «Creo que mi candidatura es la única que logrará aglutinar apoyos de diferentes sectores», «Esta ciudad tiene la capacidad de aglutinar bellezas naturales, tesoros históricos y opciones de ocio en un mismo lugar».
La idea de aglutinar puede referirse a una unión física: dos cosas quedan pegadas por el uso de un aglutinante o por algún tipo de proceso. En el terreno de la arquitectura, aglutinar implica la fusión de fragmentos mediante una sustancia que, como resultado del proceso, ofrece un elemento compacto. En la medicina, aglutinar consiste en lograr que dos partes queden en contacto.
Aglutinar en la cocina
Si nos centramos en la cocina, el acto de aglutinar se lleva a cabo para que una masa resulte uniforme o para lograr que distintos ingredientes queden amalgamados. Existen sustancias que, por sus características, sirven como aglutinantes. Una de las más usadas es el huevo, aunque para conseguir este producto es necesario explotar a los animales que los ponen, como ser gallinas y codornices, por lo cual es preferible optar por sustancias de origen vegetal.
Gracias al uso del huevo es posible conseguir la unión de los ingredientes de una tortilla de patatas o de un pastel, además de mejorar la textura y la consistencia de ciertas masas, tanto saladas como dulces. Claro que los veganos, las personas que no consumen ningún producto de origen animal, también pueden preparar dichos platos, aunque en lugar del huevo utilizan diversos ingredientes vegetales, como ser las semillas de lino o linaza.
Las semillas de lino pueden convertirse en un perfecto aglutinante si se usan molidas. Es ideal para la preparación de galletas y panes, aunque también puede usarse para otros platos, siempre y cuando su sabor a nuez no desentone en la receta. Por lo general se recomienda usar tres cucharadas de agua por cada una de semillas molidas como reemplazo de un huevo. Con respecto a sus propiedades, es importante señalar que es un antiinflamatorio natural y aporta una buena cantidad de Omega 3, un ácido graso fundamental para el correcto funcionamiento del corazón.
El Energ-G
Otro producto que puede servir como reemplazo del huevo a la hora de aglutinar ingredientes en la cocina es el llamado Ener-G, el cual se fabrica a base de almidón de tapioca y patata. No contiene trigo, gluten, lácteos, soja, caseína, levadura, maní o nueces, por lo cual no sólo es ideal para la gente vegana sino para quienes presenten alergias a alguno de estos alimentos.
Para aglutinar la masa de pasteles, magdalenas o galletas, entre otros muchos productos horneados, basta mezclar Ener-G con agua y luego agregarlo a la preparación. Una de sus ventajas por sobre las semillas de lino y otros reemplazos del huevo es que su sabor es casi imperceptible; esto lo vuelve más versátil, ya que puede usarse en platos salados y dulces por igual.
Aglutinar distintos tipos de elementos
Aglutinar, por otra parte, alude a la reunión de personas, circunstancias o elementos de características dispares. Supongamos que un hombre desea convertirse en presidente de la asociación de fomento de su barrio. De acuerdo a los estatutos de la institución, debe presentar cien avales y proponer una comisión directiva de cinco integrantes para poder participar de las elecciones.
El hombre, de este modo, comienza a conversar con sus vecinos, detallándoles cuáles son sus ideas para la institución. Así trata de aglutinar voluntades para que los vecinos, con su firma, le den los avales correspondientes y pueda postularse a la elección que consagrará al nuevo presidente de la asociación de fomento.