La agricultura vertical permite el desarrollo de granjas urbanas.
La agricultura vertical es una metodología de cultivo que se basa en el apilamiento. Esto implica que la producción se lleva a cabo en capas o niveles que se ubican unos sobre otros con el objetivo de optimizar el aprovechamiento del espacio.
Cabe destacar que la noción de agricultura refiere a la labranza o el cultivo: el desarrollo de las acciones necesarias para que las plantas puedan brotar y desarrollarse. Se califica como vertical, por otro lado, a aquello que resulta perpendicular al plano horizontal.
Por sus características, la agricultura vertical implica cultivar lejos del suelo. Por eso se emplean bandejas donde se ubican las macetas y suelen emplearse recursos tecnológicos para el control de los factores ambientales.
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ResumenSu historia
En la historia de la agricultura vertical pueden reconocerse distintas etapas. Hay quienes manifiestan que su origen fue la construcción de los Jardines Colgantes de Babilonia en el siglo VI antes de Cristo. Considerados como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, se desarrollaron en terrazas sobre la ladera de una montaña, con un reservorio de agua en la zona superior desde donde partían los canales que se utilizaban para el riego.
Debe tenerse en cuenta, no obstante, que no se sabe con exactitud si estos jardines realmente existieron. Por eso muchos analistas ubican los inicios de la agricultura vertical mucho más cerca en el tiempo, concretamente en el siglo XX.
En este sentido, se menciona al geólogo norteamericano Gilbert Ellis Bailey como su inventor. Este científico publicó su obra «Vertical Farming» en 1915, asociando el concepto sobre todo a prácticas agrícolas urbanas que se concretaban en terrazas o azoteas.
Lo que propuso Bailey fue que se apelara a estantes superpuestos para albergar las plantas, cuyas raíces se introducían en una solución con nutrientes. Así, según su visión, se ahorraba espacio y agua y se podía incrementar la producción de alimentos sin necesidad de buscar nuevas tierras cultivables.
Un nuevo impulso de la agricultura vertical tuvo lugar a fines de la década de 1990 de la mano del profesor universitario Dickson Despommier. Este experto, analizando cómo reforzar la seguridad alimentaria en ciudades con gran densidad poblacional, estableció que podían usarse los edificios para cultivar a través de la hidroponía, creando cultivos sin suelo con plantas que se nutrían a través de soluciones minerales.
La sostenibilidad es uno de los pilares de la agricultura vertical.
Tipos de agricultura vertical
Es posible diferenciar entre varios tipos de agricultura vertical:
- Agricultura vertical con sustratos: Las plantas crecen en sustratos que pueden basarse en distintos componentes y reciben suplementos nutricionales.
- Agricultura vertical con acuaponía: Se combina la producción de vegetales y peces en sistemas hidropónicos, con las plantas aprovechando el excremento de los animales como fertilizante, además de recibir suplementos.
- Agricultura vertical con hidroponía: El crecimiento de las plantas se da en soluciones acuosas con los nutrientes necesarios.
- Agricultura vertical con aeroponía: Los ejemplares quedan con sus raíces suspendidas en el aire, siendo rociados regularmente con soluciones nutritivas.
El uso de tecnología
Para que la agricultura vertical pueda llevarse a cabo se necesita contar con los recursos apropiados. Un elemento indispensable es la infraestructura que permita el apilamiento ordenado y seguro de los cultivos.
Por otra parte, se requiere la aplicación de tecnología para el control de los factores ambientales, tal como sucede en los invernaderos y en otras modalidades de agricultura de interior. La iluminación artificial para suplir o complementar la luz del sol es muy importante. En la actualidad se suele apelar a una luz LED de crecimiento.
Sistemas de refrigeración y calefacción, por otro lado, son imprescindibles para mantener la temperatura en niveles óptimos.
En este marco, el control climático debe incluir la gestión de la humedad para evitar la proliferación de hongos y enfermedades. Son relevantes, pues, los deshumidificadores.
La agricultura vertical contribuye a la eficiencia del agua y a una fertilización precisa.
Ventajas de la agricultura vertical
La principal ventaja de la agricultura vertical es el aprovechamiento del espacio. Como los cultivos se apilan, pueden obtenerse más productos utilizando una menor cantidad de tierra.
Debe tenerse en consideración que la tierra disponible para cultivar es cada vez más acotada. Frente a esa limitación, su valor tiende a subir, con lo cual las prácticas agrícolas tienen problemas de rentabilidad. Utilizar el suelo de un modo más eficiente, por lo tanto, es trascendental.
La agricultura vertical, por otra parte, demanda una menor cantidad de agua que las metodologías convencionales. Con la hidroponía, por ejemplo, el uso del agua resulta mucho más eficiente.
Otras ventajas están relacionadas con la ubicación de las granjas verticales. Cuando su desarrollo se da en un centro urbano, se reducen las distancias para el transporte de los alimentos a los lugares con mayor densidad poblacional. Esto ayuda a minimizar los costos, brinda acceso a productos más frescos y mejora la seguridad alimentaria.
Con la agricultura vertical, asimismo, no hay pérdidas vinculadas a cambios de estación ni inundaciones, se reduce la utilización de herbicidas y pesticidas y se crean empleos locales.
Sus desventajas
Más allá de los beneficios, también se señalan varios puntos en contra de esta clase de agricultura. Una de las desventajas más mencionadas es el alto consumo energético asociado a la climatización. Esa dependencia de la energía, a su vez, exige contar con sistemas de respaldo ante eventuales fallas o interrupciones del servicio eléctrico.
Por otra parte, la agricultura vertical exige conocimientos técnicos avanzados para la instalación de la infraestructura y la gestión eficiente de los recursos. Otro aspecto a considerar es la susceptibilidad a enfermedades que se transmiten por el medio acuático, donde la propagación suele ser muy rápida.
Tampoco puede dejar de mencionarse que hay especies que no logran adaptarse a este tipo de agricultura. Aquellas con raíces muy largas y las plantas de mayor tamaño pueden tener dificultades ante el espacio reducido.
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