La amnesia puede ser abordada desde la neuropsicología o la neurología en general.
La amnesia es un trastorno que aparece cuando alguien ha perdido o tiene debilitada la memoria. La persona que sufre este problema no es capaz de almacenar ni de recuperar información recibida con anticipación, ya sea por motivos orgánicos o funcionales.
Antes de avanzar con la definición de este concepto debemos definir la noción de memoria. La memoria es la capacidad con la que cuenta nuestro sistema nervioso central para aprehender, organizar y fijar eventos de nuestro pasado, la cual encuentra íntimamente ligada a la función de la atención. Es capaz de guardar datos a través de mecanismos ultra complejos que se desarrollan en tres etapas: codificación, almacenamiento y evocación. La presencia de la amnesia impide que esta capacidad se desarrolle adecuadamente.
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ResumenTipos de amnesia
La amnesia orgánica implica algún tipo de lesión en el área cerebral, que puede ser causada por enfermedades, traumas o el abuso de ciertas drogas. La amnesia funcional, en cambio, aparece por factores psicológicos, como un mecanismo de defensa (por ejemplo, la amnesia histérica vinculada a un trastorno de estrés postraumático).
También existen casos de amnesia espontánea, como la amnesia transitoria global (TGA según sus siglas en inglés). Este trastorno es más frecuente en los varones de avanzada edad y suele durar menos de veinte horas.
Clasificación etiológica
Según su clasificación etiológica, la amnesia puede ser de raíz traumática (causada por un daño en la cabeza y por lo general transitoria), disociativa (asociada a un recuerdo reprimido a largo plazo), lacunar (originada por un evento específico), infantil (la incapacidad de recordar eventos de la niñez), global (la pérdida total de memoria), psicogénica (por causa psicológica) o de fuente (es posible recordar cierta información pero no dónde se obtuvo). También existe la amnesia post-hipnótica, cuando se olvidan eventos durante la hipnosis.
Asimismo se habla del Síndrome de Korsakoff (un tipo de amnesia causado por el alcoholismo), del estado de fuga (también definida como fuga disociativa, aparece por un trauma psicológico y suele ser temporal) y del síndrome de desconfianza en la memoria (donde la persona es incapaz de confiar en su propia memoria).
Como se puede apreciar, la amnesia puede afectar tanto la memoria a largo plazo como la memoria a corto plazo.
Se conoce como amnesia infantil a la imposibilidad de los adultos de recordar sus primeros años de vida.
Causas de la amnesia
Las principales causas de amnesia son el envejecimiento, las lesiones craneales, la enfermedad de Alzheimer, la ingestión en exceso de alcohol, las drogas, la epilepsia sin tratamiento, el déficit vitamínico, la malnutrición, la enfermedad de hipo o hipertiroidismo y los abusos de dosis elevadas de esteroides.
Su aparición suele darse a partir de los 30 años a través de episodios de mente en blanco o repetición de actos automáticos (por estrés, ansiedad, angustia y depresión). Desde los 60 surgen trastornos del olvido que se encuentran asociados a la edad (lo que se conoce como olvido senil benigno), como leves alteraciones de memoria y dificultad para el aprendizaje y la retención de nombres, entre otras cosas.
Para saber si una persona sufre de amnesia basta analizar sus síntomas, asociados a la imposibilidad de recordar acontecimientos que ocurrieron recientemente, hace unos días o incluso en tiempos lejanos como la niñez o la adolescencia. Lo primero que hacen los especialistas cuando se encuentran con un paciente que sufre de amnesia es realizar pruebas para saber si existe algún tipo de afección en el cerebro y si la persona ha consumido previamente bebidas alcohólicas o medicamentos como ansiolíticos. Un test de memoria, en este marco, ayuda al diagnóstico.
No es habitual que se suministre medicación para el tratamiento de la amnesia.
Estudios científicos
La inmensa red de circuitos que posee el sistema nervioso es tan compleja que aún en muchos aspectos sigue siendo un área de absoluto misterio para los científicos. Se sabe, sin embargo, que cualquier daño que se ocasione en dicha red puede alterar su normal funcionamiento para siempre. Esto ocurre con la enfermedad de Alzheimer: son muchas las personas que la padecen y desde años se investiga y se busca la forma de curarla o reducir sus consecuencias; sin embargo, continúa siendo territorio desconocido y lleno de incertidumbre para los especialistas.
Según el Dr. en Psiquiatría Joaquín Fuster, quien realizó un estudio sobre los mecanismos de la memoria y los trastornos en su funcionamiento, la formación de placas proteicas en el cerebro interfiere en la comunicación interneuronal, lo que desemboca en una neurodegeneración que bloquea la transmisión de impulsos y provoca la pérdida de la memoria reciente. Fuster agregó que este tipo de trastornos se desarrollan por una predisposición genética, por lo que el avance en las investigaciones sobre el genoma humano (que permite identificar genes implicados en el desarrollo de determinadas enfermedades) podría ayudar a que un futuro trastornos como la amnesia, el Alzheimer y el Parkinson desaparezcan para siempre.
En el caso de las amnesias por causas psicológicas, reciben el nombre de trastornos disociativos. Consisten en un mecanismo psicológico a través del cual los recuerdos se inhiben del conocimiento si están ligados a experiencias muy estresantes, como accidentes o traumas psicológicos vividos durante la infancia.
Hay que considerar que existen varias amnesias de este tipo, como la amnesia disociativa (localizada cuando no pueden recordarse hechos de un período determinado,; generalizada si no se recuerda nada de lo ocurrido en la vida; continua al padecer la incapacidad de recordar hechos anteriores o posteriores a una etapa precisa; y sistematizada si se da la pérdida de memoria en ciertos aspectos de la información), la fuga disociativa (a causa de una confusión en torno a la identidad, el paciente huye de su hogar o lugar de trabajo sin ser consciente de que lo está haciendo; posteriormente no es capaz de recordar lo que hizo en ese estado) y el trastorno de identidad disociativo (individuos que alternan dos o más identidades por episodios de amnesia; sus causas son estrés inasumible, desarrollo anormal antes de consolidarse una visión del yo y de los demás y una falta de protección en la infancia), entre otros.
Por último, cabe destacar que la amnesia es un tema muy tratado en obras de ficción, como en la película «Memento».
