El diccionario de la Real Academia Española (RAE) reconoce varias acepciones de analista. Dichos significados pueden dividirse en dos grandes grupos de acuerdo al origen del término.
Por un lado, analista puede formarse a partir de dos componentes: anal (vinculado, en este caso, a lo anual; a los hechos sucedidos año por año; o a las publicaciones de características periódicas que recopilan información de un ámbito específico) y el sufijo -ista (que hace posible la formación de sustantivos referidos a un individuo con un cierto oficio u ocupación).
El creador de anales
La idea de analista, cuando tiene la mencionada raíz, alude a la persona que se dedica a crear anales. Como ya indicamos, los anales pueden ser recopilaciones de novedades y textos centrados en un terreno en particular.
Lo habitual es que la idea se asocie a una clase de historiador de la Antigua Roma. Los analistas, en este contexto, fueron escritores que se dedicaron a investigar y narrar sucesos acontecidos desde los días de la Segunda Guerra Púnica (que tuvo lugar entre los años 218 y 201 antes de Cristo) hasta el periodo del dictador Lucio Cornelio Sila (82 – 79 a. C.).
Analistas romanos más importantes
Estos analistas partían de los registros de las familias romanas y de los archivos del Estado para contar los hechos más relevantes de cada año. Una de las fuentes más importantes de consulta eran los llamados annales pontificum o annales maximi, cuyo responsable era el pontífice máximo.
Es habitual que se distinga entre dos conjuntos de analistas. Una primera generación, activa hasta 150 a. C., apostaba por lo fidedigno y usaba un lenguaje preciso. Luego surgió una segunda generación que comenzó a recurrir a la retórica y a embellecer los textos.
Quinto Fabio Píctor, Lucio Calpurnio Pisón y Publio Valerio Antias están entre los analistas más conocidos. Es importante señalar que el trabajo de muchos de estos historiadores se perdió cuando los galos incendiaron Roma.
Aquel que hace análisis
El concepto de analista no solo aparece asociado a la historia romana. En la actualidad, la noción tiene un uso más habitual relacionado con aquel que realiza un análisis (un examen o estudio detallado).
En este marco, analista proviene del francés analyste. Esta palabra es una haplología (se genera al quitar una sílaba similar a otra contigua) de analysiste.
Hay, de este modo, numerosas clases de analistas. Así se menciona al experto que desarrolla análisis médicos, matemáticos, informáticos o químicos, por ejemplo.
El psicoanalista
Muchas veces, se denomina analista al psicoanalista o sicoanalista. Este tipo de analista sigue las teorías y las metodologías propuestas por el austriaco Sigmund Freud para el tratamiento de los trastornos de la mente.
Un psicoanalista, pues, se centra en diferentes problemas emocionales de sus pacientes a partir de la exploración del inconsciente. Esto quiere decir que examina los procesos y las características de la psiquis que no irrumpen en el plano consciente pero que, de todas maneras, inciden en la conducta.
Los analistas, así, estudian los actos fallidos e interpretan los sueños, entre otras cuestiones. Cabe destacar que, para Freud, existen impulsos biológicos que condicionan el comportamiento del ser humano, produciendo una tensión entre el sujeto y las normas de la sociedad.