En un día anodino no ocurre nada relevante.
El concepto de anodino proviene del latín tardío anody̆nus, que a su vez procede del vocablo griego anṓdynos (traducible como “que mitiga el dolor”). Esta raíz etimológica deriva en una de las acepciones del término: anodino es una sustancia o un fármaco que permite aliviar un padecimiento.
TemasIntrascendente, irrelevante
Este uso de la noción, sin embargo, es poco usual. Por lo general anodino se utiliza para calificar a aquello intrascendente, insípido o improductivo.
Lo anodino, por lo tanto, resulta irrelevante. Se trata de algo que no genera interés ni despierta entusiasmo. Por ejemplo: “El nuevo filme del director español me pareció anodino”, “El seleccionado nacional lleva años desplegando un juego anodino que ninguno de los últimos entrenadores que pasaron por el equipo pudo mejorar”, “Tengo un trabajo anodino pero al menos el salario me alcanza para mantener a mi familia”.
Veamos los ejemplos en mayor profundidad. En el primero, el emisor comparte su opinión acerca de una película reciente, señalando que le parece anodina. Evidentemente, no le causó una gran impresión sino que en poco tiempo dejará de pensar en ella para recordar otras, las que encuentre relevantes.
Continuamos con una oración que afirma el pobre rendimiento de un equipo deportivo, que no logra alcanzar victorias importantes o escalar puestos en la tabla a pesar de los esfuerzos de diversos entrenadores a lo largo de los años. El tercer ejemplo habla de un trabajo anodino, poco emocionante o desafiante, pero con un salario suficiente como para llevar una vida sin carencias.
En gastronomía
La idea de anodino aparece en múltiples ámbitos. Si nos centramos en el terreno de la gastronomía y la cocina, un plato anodino tiene poco sabor. Para evitar que una preparación sea anodina, es importante condimentarla de la manera adecuada.
Los condimentos juegan un papel fundamental en la cocina, mucho más de lo que creemos. Por lo general, asociamos ciertas comidas con sabores que no se corresponden con los ingredientes en estado puro, sino ya combinados con especias. Incluso algunos que no son de origen natural pero que se venden preparados, como los embutidos, creemos que somos nosotros los primeros en condimentarlos, cuando los cocemos, pero esto no es así.
Un ejemplo muy fácil de entender es el de las aceitunas: las asociamos con un sabor intenso y, para muchas personas, delicioso. Si bien se vende en diferentes variedades, asumimos que el fruto en sí es muy rico. Sin embargo, quienes haya preparado aceitunas tomándolas directamente del árbol sabrán que su éxito depende de la elaboración. Volviendo al concepto de anodino, es importante entender que todas las recetas pueden ser deliciosas, incluso aquellas que deben respetar ciertas restricciones por enfermedad. El truco está en saber escoger los condimentos.
Día anodino
Un día anodino, en tanto, es aquel en el cual no sucede nada trascendente, emocionante o divertido. Tomemos el caso de un jubilado que vive solo y no tiene ningún plan previsto para la fecha: se limita a comer, descansar y mirar un rato de televisión. Este hombre vive una jornada anodina.
No importa la edad, todos podemos volver nuestros días interesantes si nos proponemos desafíos. Lejos de las imposiciones sociales, cada uno debería encontrarse a sí mismo para saber qué necesita hacer, cuáles son sus gustos y convertirlos en su máxima prioridad para evitar el estancamiento.
Para que un plato no sea anodino, el secreto son los condimentos.
Individuo anodino
Un individuo anodino, finalmente, es alguien aburrido y carente de pasiones o aficiones. Estas personas son rutinarias, no se comprometen con ninguna causa y no encaran grandes proyectos.
Si bien decir que hemos tenido «un día anodino» es meramente informativo, calificar a alguien con este adjetivo es ofensivo. Pero está en cada uno intentar entender cómo nos perciben los demás para saber si nuestro reflejo se corresponde con la imagen que deseamos dar; de no ser así, siempre estamos a tiempo de mejorar.
