La etimología de apogeo nos remite al vocablo latino apogēum, que deriva del griego apógeion. El concepto se emplea para nombrar al momento más destacado o sobresaliente de algún proceso.
Por ejemplo: «El apogeo de la música electrónica se produjo en la década de 1990», «Aún estamos lejos de alcanzar el apogeo de la energía eólica: tenemos que invertir dinero y conocimientos en su desarrollo«, «Creo que ya pasó el apogeo en la carrera de este jugador».
La idea de apogeo, de este modo, se asocia a la instancia culminante de una etapa o de un ámbito. Cuando algo llega a su apogeo, alcanza su esplendor: más allá de lo que dure este instante, luego comenzará el declive o se producirá su desaparición.
Puede decirse que el apogeo en la trayectoria de un cantante se produce cuando vende millones de discos, logra que sus temas sean muy populares o se presenta con entradas agotadas en todos sus shows. Si, unos años después, no alcanza la misma repercusión con su trabajo, se podría afirmar que su apogeo ya ha pasado.
Uno de los fenómenos más lamentables en torno a las carreras de los artistas famosos es la falta de lealtad por parte de sus seguidores, los que comúnmente se identifican bajo la clasificación de «fanáticos» o «fans».
Continuando con el ejemplo del cantante, cuando éste llega a su apogeo, una mágica combinación de brillantes composiciones, cantidades exorbitantes de ventas a nivel mundial y un excelente estado de salud que le permite usar su voz con maestría, el mundo parece estar en sus manos y sus detractores no son más que pequeños puntos en un mar de éxito.
Sin embargo, cuando ese período tan especial comienza a desvanecerse en pos de uno más normal, muchos de sus seguidores salen a buscar alternativas más jóvenes, artistas que todavía no hayan llegado su apogeo, para vivir una y otra vez este ciclo absurdo que tiene como objetivo la búsqueda de la perfección, algo que jamás encontrarán, ni en sus ídolos ni en ellos mismos.
Según el diccionario, el término declive se define como una cuesta abajo, una pendiente que podemos apreciar en una superficie. También lo coloca entre los sinónimos de decadencia, la acción y el efecto de «ir a menos». Todo esto puede sonar violento si lo aplicamos al desarrollo de la vida de una persona, especialmente si nos enfocamos en su actividad profesional y en su vocación; sin embargo, es una parte natural de la vida, y deberíamos aceptarla sin problema.
El apogeo de una era de grandes descubrimientos científicos y de invaluables aportes al mundo del arte no sería tan fascinante si no le siguiera un declive, una transición hacia otra era desde la cual sea posible admirar los logros del pasado y aprender de ellos. De manera similar, deberíamos agradecer que al apogeo de una era de guerra y tortura le siga siempre la decadencia.
En el terreno de la astronomía, se llama apogeo al punto de la órbita desarrollada alrededor de la Tierra que se encuentra más alejado del centro del planeta. Se trata de una noción similar a la de apoastro, que se emplea respecto a cualquier cuerpo que realiza una órbita en torno a otro que tiene una masa mayor. Lo opuesto al apogeo es el perigeo: el punto de la órbita alrededor de la Tierra que resulta más cercano al centro del planeta.
Cuando un cuerpo orbita en torno a otro cuya masa es mayor, al pasar por su apogeo su movimiento es más lento, y lo opuesto sucede cuando se encuentra en su perigeo. Esto se explica con ayuda de las leyes de Johannes Kepler, según las cuales los planetas describen órbitas elípticas en su desplazamiento alrededor del Sol, y las áreas que barren en un determinado período de tiempo son iguales.
