Un arcano, entre el mito y la realidad
A nivel general se menciona como arcano a un gran misterio. Pueden existir múltiples teorías y versiones sobre la cosa en cuestión, pero no se consiguen pruebas fehacientes que acrediten su existencia.
Justamente esa dificultad de acceso es lo que define a un arcano. Al permanecer al margen del conocimiento de la población, se vuelve un enigma.
Por lo general los arcanos se asocian a iniciativas militares. Las autoridades de un país pueden impulsar proyectos que no se dan a conocer a la sociedad por motivos estratégicos o vinculados a la seguridad nacional, con lo cual estos emprendimientos se vuelven arcanos.
El ejemplo del Área 51
La realidad y la fantasía (o, al menos, lo no comprobado o demostrado) se conjugan en muchos casos que pueden considerarse como arcanos. Eso ocurre en la Base Aérea de Nellis, de la Fuerza Aérea estadounidense. Allí, en la zona del Lago Groom, se encuentra el lugar conocido como Área 51.
En este destacamento que se encuentra en el estado de Nevada se llevan a cabo investigaciones y ejercicios que son protegidos como de alto secreto (top secret) por el gobierno de Estados Unidos. Para muchas personas, en el Área 51 se ocultan pruebas de la existencia de extraterrestres.
Por eso, aunque el Área 51 existe, es un arcano en cuanto a su actividad. Hasta se dice que en ella se mantuvieron criaturas alienígenas cautivas y se experimentó con la teletransportación y los viajes en el tiempo.
Los arcanos en el tarot
Las cartas de tarot, por otro lado, se dividen en arcanos mayores (antes llamados cartas de triunfo) y arcanos menores. En total, de las 78 cartas, 22 son arcanos mayores y 56, arcanos menores.
Los arcanos mayores son el Mago, la Gran Sacerdotisa, la Emperatriz, el Emperador, el Sumo Sacerdote o Papa, el Enamorado, el Carro, la Justicia, el Ermitaño, la Rueda de la Fortuna, la Fuerza, el Colgado, la Muerte, la Templanza, el Diablo, la Casa Dios o Torre, la Estrella, la Luna, el Sol, el Juicio, el Mundo y el Loco.
Los arcanos menores, en tanto, se segmentan en cuatro palos. Estos naipes se numeran del 1 al 10, más tres figuras por palo (el Caballero, la Sota, el Rey y la Reina).
Juego y adivinación
Es importante indicar que el concepto de tarot puede aludir específicamente a la baraja que contiene los arcanos. De hecho, esa es la primera acepción del término que se menciona en el diccionario de la Real Academia Española (RAE).
Tarot también es el nombre del juego que puede desarrollarse con estas cartas. Desde el siglo XIV aproximadamente, además, se llama tarot a una práctica adivinatoria que se realiza con estos naipes.
El tarotista, en este marco, es quien dice estar en condiciones de realizar predicciones a partir de la lectura de las cartas que van saliendo. Esta persona, según los arcanos que aparecen, desarrolla interpretaciones de la tirada y transmite los “pronósticos”.