Asfixia es un concepto que alude a los inconvenientes o la interrupción de la respiración (el proceso que consiste en inhalar aire para absorber ciertas sustancias y luego exhalarlo).
Cuando una persona se asfixia, sus pulmones dejan de recibir el oxígeno que necesitan para su funcionamiento. Esto se debe, por lo general, a un bloqueo se produce en la tráquea o en la zona de la garganta, el cual impide que el aire fluya. Si la asfixia se mantiene por varios minutos, la persona muere.
La etimología
Para conocer el significado del término asfixia es importante analizar su origen etimológico. En concreto, hay que decir que es una palabra que deriva del griego, ya que es fruto de la suma de dos elementos de dicha lengua:
- El prefijo a-, que puede traducirse como “sin”.
- El sustantivo sfigmos, que es equivalente a “pulso”.
Causas y consecuencias de la asfixia
Entre las causas de la asfixia, se encuentran el ahogamiento (el aire no puede ingresar al organismo ya que el sujeto se encuentra bajo el agua), el atragantamiento (las vías respiratorias se encuentran obstruidas por un objeto) y la estrangulación (alguien ejerce presión sobre la tráquea para impedir el paso del aire).
La asfixia genera diversos problemas antes de derivar en el fallecimiento. El fenómeno puede provocar un daño irreparable en el cerebro, por citar una consecuencia grave.
Si se advierte que un individuo no puede respirar, es posible realizar una respiración asistida o artificial para minimizar o demorar los perjuicios, hasta que logre recuperar su respiración natural y supere la asfixia.
Primeros auxilios
Los primeros auxilios que hay que llevar a cabo en pro de poder conseguir acabar con la asfixia que está sufriendo una persona son los siguientes:
- Hay que colocar a quien la está padeciendo boca arriba en el suelo y con la cabeza inclinada hacia atrás. De esta manera se evitará que la lengua pueda adoptar una postura que acabe provocando que la laringe se obstruya.
- Debe certificarse que no tiene ningún objeto que le esté taponando las vías respiratorias.
- A continuación, hay que pinzarle la nariz con los dedos para, acto seguido, inspirar profundamente aplicando la boca sobre la de la víctima. Así, después, hay que proceder a soplar con fuerza hasta que su tórax se llene.
- Después hay que retirar la boca de la persona que está sufriendo la asfixia para proceder a volver a hacer lo mismo. En un paciente adulto habrá que repetir esa acción unas doce veces durante el minuto siguiente. Si se trata de un niño pequeño, las repeticiones deben ascender a unas veinte ocasiones.
Otro uso del término asfixia
Cabe destacar que también se denomina asfixia a una sensación de abatimiento o agobio y al estorbo que dificulta o impide el desarrollo de algo.
Por ejemplo: “Esta oficina me asfixia: es muy pequeña y carece de aire acondicionado”, “La apertura de las importaciones provocará la asfixia de muchos productores locales”.