Atrio es un concepto que puede utilizarse para nombrar al sector descubierto que se halla en el ingreso de ciertos edificios. El término tiene su origen etimológico en el vocablo latino atrium.
El atrio, en este sentido, es una especie de patio con pórticos en sus alrededores. En los antiguos templos romanos, todas las personas podían acceder al atrio, mientras que solo los fieles tenían la entrada permitida al interior de la construcción.
Algunos templos empleaban el atrio como cementerio. Los atrios también podían ayudar a marcar una delimitación del espacio sagrado, separándolo del resto de la superficie.
Un patio o zaguán
En las antiguas casas romanas tenemos que exponer que existía lo que se conocía como atrium, que era el primer patio que existía justo después del vestíbulo. Se daba la circunstancia de que en ese lugar era donde se tenía la cisterna que se encargaba de recoger el agua de la lluvia y que se daba en llamar impluvio.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), atrio puede usarse como sinónimo de zaguán (una sección techada que posibilita el ingreso a una vivienda, ubicándose junto a la puerta).
Ejemplos de atrio
Dentro del arte y de la arquitectura, podemos destacar que los atrios se convierten en elementos esenciales de numerosas construcciones. En concreto, en España se transformaron en espacios fundamentales en las iglesias románicas castellanas. Buen ejemplo de eso son los que poseen la Iglesia de San Esteban de Segovia o la Iglesia de San Lorenzo, también en la ciudad segoviana. Y es que en esos templos se le dio valor al atrio como zona en la que reunir a lo que eran los concejos abiertos.
No obstante, son muchos los ejemplos de templos dotados con esos atrios como serían el caso de la Iglesia de San Miguel en San Esteban de Gormaz, la Iglesia de San Vicente de la ciudad de Ávila, la Iglesia de San Miguel en Cuéllar y la Catedral de Jaca.
A nivel mundial destacan los atrios de construcciones tales como St Mary de Yatton en Inglaterra, la Catedral de Tuy y el de la Gloria de Santiago de Compostela…
No podemos pasar por alto tampoco que «Atrio» es como se da en llamar la revista de Historia del Arte que pertenece a la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
El término en la medicina
En el ámbito de la medicina, la idea de atrio puede aparecer como sinónimo de aurícula. Las aurículas son dos cavidades que se hallan en la parte superior del corazón, por encima de los ventrículos.
Al atrio derecho llega la sangre carbooxigenada que, después de recorrer el organismo, accede al corazón por las venas cavas. La válvula tricúspide permite que la sangre pase al ventrículo derecho y luego, por la válvula pulmonar, a la arteria pulmonar. La sangre es entonces oxigenada en los pulmones y vuelve al corazón gracias a las venas pulmonares.
Al atrio izquierdo, por lo tanto, llega la sangre ya oxigenada que procede de los pulmones. Este atrio, mediante la válvula mitral, impulsa la sangre hacia el ventrículo izquierdo, que la lleva al resto del organismo vía la arteria aorta.