Babel es la denominación bíblica de Babilonia, una ciudad antigua perteneciente a la región de la Baja Mesopotamia. Esta localidad logró convertirse en una potencia aunque con los años perdió importancia hasta ser abandonada. Hoy en día, sus ruinas se hallan en el territorio iraquí.
Según el Génesis, Babel fue fundada por Nimrod, un poderoso tirano -bisnieto de Noé- que se oponía a Dios. La ciudad quedó en la historia y en el imaginario popular por una inmensa torre que pretendía alcanzar el cielo: la torre de Babel. Se trata de una construcción que, de acuerdo a los datos históricos, puede haber existido en la realidad, aunque luego los datos se fusionaron con la mitología.
Nimrod también se conoce como Nemrod y se trata de un monarca mesopotámico que fundó el primer reino luego del Diluvio universal, dato que lo ubica como el primer rey de la historia. En la Biblia lo encontramos en el capítulo 10 del Génesis y su nombre también se identifica con diversas ruinas. De acuerdo con la hipótesis acerca de la autoría de la Biblia en la que nos basemos, la primera referencia a este personaje tiránico puede haber sido concebida alrededor del año 950 a. C. por parte de los escritores yahvistas, o bien entre el 1480 a. C. y el 1450 a. C. a cargo de Moisés.
La torre de Babel
La Biblia indica que Nimrod ordenó construir la torre de Babel para llegar al cielo. Dios, al ver que las personas trabajaban juntas con ese objetivo, tomó la decisión de confundirlas y así creo los diferentes idiomas. Al no poder entenderse entre sí, los hombres tuvieron problemas para construir la torre, que se erigió defectuosa y finalmente no prosperó.
Es importante entender que si tomásemos la historia bíblica de la torre de Babel de forma literal, entonces aceptaríamos que todos los idiomas fueron creados en un instante por Dios, y que no existieron siglos de desarrollo cultural que llevaron a su surgimiento. Esta capacidad de Dios ya se expone en el Génesis, ya que cuando crea a Adán le da también un idioma para que pueda ponerles nombre a todas las especies que encuentre a su alrededor.
Con respecto a la etimología, es bastante probable que el término babel derive de Bab-il, que en acadio puede entenderse como «puerta de Dios». Este nombre, por su parte, también debe haber sido traducido del sumerio Ka-dingirra(k). Si nos referimos al relato del surgimiento de la torre presente en la Biblia, por su parte, esta palabra podría haber derivado de balbál, un verbo que en hebreo significa «confundir».
Desorden o desconcierto
A partir de esta leyenda, se asocia la idea de babel (escrito con minúscula inicial según indica la Real Academia Española en su diccionario) al desconcierto, el desorden o el desbarajuste.
El concepto también se emplea para nombrar a lo heterogéneo. Por ejemplo: «La reunión de la comisión directiva fue un babel: no se llegó a ningún acuerdo», «Queremos que el festival sea un babel, con manifestaciones artísticas de diversas disciplinas», «Por la inmigración de las últimas décadas, la ciudad se ha convertido en un babel».
La película «Babel»
En el año 2006 se estrenó una película titulada «Babel«, dirigida por Alejandro González Iñárritu, escrita por Guillermo Arriaga y protagonizada por Brad Pitt, Cate Blanchett, Rinko Kikuchi, Adriana Barraza y Gael García Bernal, entre otros. Con ella, González Iñárritu completó su «Trilogía de la muerte«, cuyos otros dos filmes son «Amores perros» y «21 gramos«.
A grandes rasgos, la historia se centra en las vivencias de tres grupos de personas que se hallan en diferentes países: una niña que vive en Japón, un matrimonio norteamericano que se encuentra de vacaciones en Marruecos y una niñera oriunda de México que trabaja en Estados Unidos.