Los bioelementos son los diferentes elementos químicos que necesita una especie para poder desarrollarse con normalidad. Los elementos químicos, por su parte, son tipos de materia que están formados por átomos de una misma clase.
También conocidos como elementos biogénicos, los bioelementos se encuentran en todos los organismos vivos. En cada ser vivo es posible encontrar cerca de setenta elementos, aunque una gran parte de la masa de las células está formada por apenas cuatro elementos químicos: el nitrógeno, el hidrógeno, el carbono y el oxígeno.
Los bioelementos permiten formar biomoléculas: las moléculas que constituyen a los organismos vivientes. De acuerdo a la función que realizan en la formación de las biomoléculas, los bioelementos pueden clasificarse como primarios o secundarios.
Bioelementos primarios
Los bioelementos primarios son los cuatro elementos nombrados líneas arriba (nitrógeno, hidrógeno, carbono y oxígeno) más el azufre y el fósforo. Estos bioelementos son imprescindibles para el desarrollo de las proteínas, los glúcidos, los ácidos nucleicos y los lípidos. Veamos más información acerca de ellos a continuación:
* nitrógeno: aparece especialmente como grupo amino (un grupo funcional que deriva del amoníaco o de uno de sus derivados) en las proteínas, dado que se encuentra en todos los aminoácidos. Asimismo lo podemos encontrar en los ácidos nucleicos, específicamente en sus bases nitrogenadas. Las plantas se encargan de incorporar a la naturaleza casi la totalidad del nitrógeno en forma de ion nitrato;
* hidrógeno: es uno de los componentes esenciales de las moléculas orgánicas (en sus esqueletos de carbono), además de su ya conocida presencia en la molécula del agua, sin la cual no sería posible la vida tal como la conocemos. El hidrógeno tiene la capacidad de formar enlaces con cualquier bioelemento;
* carbono: puede formar cadenas carbono-carbono extensas (las denominadas macromoléculas) por medio de enlaces de tipo simple o doble, además de estructuras cíclicas. La inmensa variedad de moléculas de las que participa se debe a su capacidad de incorporar muchos radicales diversos. Otra de sus características es la estabilidad de sus enlaces, algo que lo diferencia del silicio;
* azufre: principalmente se halla en forma de radical sulfhidrilo (un compuesto cuyo grupo funcional lo forman dos átomos, uno de azufre y otro de hidrógeno), como parte de varias proteínas, en las cuales crea enlaces disulfuro necesarios para que las estructuras terciaria y cuaternaria sean estables. Por otro lado, podemos encontrar este bioelemento primario en la coenzima A, fundamental para muchas rutas metabólicas universales, entre las que destaca el ciclo de Krebs;
* fósforo: el tipo de grupo en el que podemos hallarlo generalmente es el fosfato, o sea, un ion que se compone de un átomo de fósforo en el centro y cuatro de oxígeno a su alrededor, formando un tetraedro. Este bioelemento suele formar parte de los nucleótidos. Los enlaces que forma tienen una gran riqueza enérgica, y esto facilita considerablemente su intercambio.
Elementos biogénicos secundarios
Los bioelementos secundarios, en cambio, se hallan en una proporción reducida en los organismos vivos. Es posible diferenciar entre los bioelementos secundarios indispensables y los bioelementos secundarios variables.
Entre los bioelementos secundarios indispensables, que se encuentran en la totalidad de los seres vivos, podemos nombrar el calcio, el potasio, el sodio y el magnesio. Los bioelementos secundarios variables, en cambio, solo aparecen en ciertos organismos. En este grupo se encuentran el cobre, el bromo y el flúor, por ejemplo.
De acuerdo a su abundancia, por último, los bioelementos pueden diferenciarse en bioelementos mayoritarios (presentes en un nivel mayor al 0,1% del peso total del organismo), bioelementos traza (su proporción se sitúa entre el 0,1% y el 0,0001% del peso) y bioelementos ultrataza (su presencia es inferior al 0,0001% del peso orgánico).