Un brasero es un recipiente en el cual se colocan las brasas, es decir, el carbón o la leña cuando están encendidos.
Cabe destacar que, en algunos países, se denomina brasero a un fogón portátil que se emplea para la cocción de alimentos. Estos braseros suelen utilizarse a modo de parrilla para asar carne.
Depósitos de brasas
Los braseros son pequeños depósitos de brasas que se emplean para calentar un lugar. Lo habitual es que se fabriquen con metal, aunque también existen los braseros de cerámica.
Generalmente el brasero tiene forma cóncava y presenta un pie que le permite ubicarse sobre el nivel del suelo. Los agujeros que dispone en su tapa posibilitan la salida del calor que emana de las brasas incandescentes.
En la antigüedad era habitual que se ubicara al brasero en el centro de un ambiente. Apelando a una paleta con orificios, se removían las brasas cuando la combustión comenzaba a ceder.
Con el arribo de la electricidad a las viviendas, el uso de los braseros se volvió infrecuente. A partir de entonces surgieron otras formas de calefacción.
Riesgos
Los braseros pueden presentar ciertos riesgos. A continuación vemos algunos de ellos y sus posibles causas:
- quemaduras: los braseros modernos pueden generar calor intenso y, si se tocan accidentalmente, pueden causar quemaduras graves en la piel;
- incendios: los que funcionan con combustible, como propano o gas natural, pueden representar un riesgo de incendio repentino si no se utilizan correctamente, ya sea a causa de una fuga de gas o un mal uso de las conexiones;
- ventilación inadecuada: algunos braseros emiten monóxido de carbono (CO) u otros gases peligrosos como subproductos de la combustión, los cuales se pueden acumular y causar envenenamiento si se utilizan en un espacio mal ventilado;
- contacto con materiales inflamables: colocarlos cerca de objetos como cortinas, muebles o materiales de construcción, puede aumentar el riesgo de incendio;
- accidentes con niños o mascotas: los seres más vulnerables pueden estar en riesgo de quemaduras si tocan o se acercan demasiado a un brasero en funcionamiento. Se deben tomar precauciones adicionales para evitar estos accidentes;
- manipulación inadecuada: un pequeño descuido al mover un brasero mientras está caliente o al agregar combustible puede causar lesiones por quemaduras o incluso explosiones;
- mantenimiento deficiente: esto puede llevar a un funcionamiento defectuoso y riesgos de seguridad. Es importante realizar la limpieza de los quemadores y la inspección de las conexiones de gas correcta y frecuentemente;
- desperfectos eléctricos: cortocircuitos, sobrecalentamiento y posibles incendios si el dispositivo no se utiliza correctamente o si se encuentra en mal estado.
Antiguo puesto de trabajo
Un brasero, en el contexto histórico de la nobleza, era la persona que tenía la responsabilidad de mantener calefaccionadas las habitaciones y áreas importantes de un castillo o una residencia noble. Esta figura desempeñaba un papel crucial durante los períodos fríos del año.
El brasero era responsable de encender y mantener braseros o estufas de leña en varias habitaciones del castillo. Esto implicaba cargar leña, encender el fuego y ajustar la temperatura según las necesidades de los residentes. Solían estar ubicados en áreas claves del castillo, como los dormitorios, las salas de estar y los comedores. Esto aseguraba que los ocupantes del castillo pudieran mantenerse calientes en las estancias donde pasaban la mayor parte de su tiempo.
Dado que trabajar con fuego siempre conlleva riesgos, los braseros también debían ser cuidadosos para evitar incendios en el castillo. Aunque su rol era esencial, generalmente se consideraba un trabajo de baja posición social: eran empleados del castillo, pero no tenían el mismo estatus que la nobleza.
Los braseros usaban herramientas como pinzas y palas para manipular el fuego y la leña, y a menudo llevaban ropa resistente al calor para realizar su trabajo de manera segura. A medida que avanzaba la tecnología, los braseros fueron reemplazados gradualmente por sistemas de calefacción más avanzados, como estufas y calderas. Esto hizo que la profesión de brasero también se volviera obsoleta.