Bricolaje es un concepto que proviene del francés bricolage. Así se denomina a la actividad hogareña que consiste en crear, reparar o modificar algo sin asistencia profesional.
El bricolaje puede desarrollarse por necesidad o a modo de pasatiempo. La práctica aporta múltiples beneficios a quien la desarrolla, aunque los resultados de la intervención no siempre son satisfactorios.
La creatividad, la base del bricolaje
La noción de bricolaje es muy amplia y puede vincularse a la carpintería, la albañilería y el arte, por ejemplo. Implica el uso de la creatividad para aprovechar elementos que se tienen a mano, dándoles una nueva vida y satisfaciendo así una necesidad.
Para incurrir en el bricolaje, no se necesitan conocimientos técnicos ni científicos. Tampoco se concretan investigaciones ni se hacen ensayos de laboratorio. En el bricolaje, las destrezas se adquieren con la práctica.
Supongamos que se rompe una silla: es posible llevarla a un carpintero para que la repare o apelar al bricolaje. En este segundo caso, la persona buscará un pegamento, empleará clavos o ideará algún método para devolverle la funcionalidad al mueble. No existen reglas ni preceptos para el bricolaje.
Hágalo usted mismo
Aunque sus orígenes son remotos e imposibles de precisar, el bricolaje como movimiento empezó a forjarse a mediados del siglo XX en Gran Bretaña como una respuesta a la producción en serie y a la industrialización.
El bricolaje, en este sentido, promovía una vuelta a lo artesanal. Frente a los productos estandarizados y de consumo masivo, se impulsaba la creación de artículos de características únicas.
De este modo, el bricolaje se asocia a la idea de hágalo usted mismo (en inglés, do it yourself o DIY). Así se posiciona como una acción contracultural, ya que prescinde del mercado para la satisfacción de las necesidades.
Beneficios del bricolaje
Al decidirse por el bricolaje, un individuo puede ahorrar dinero. Por lo general, es más barato reparar o fabricar algo en casa que comprarlo en una tienda. Por supuesto, para que la práctica tenga sentido, aquello que se arregla o se crea debe cumplir con ciertos parámetros de calidad.
El bricolaje, por otra parte, puede erigirse como un hobby. Las manualidades ayudan a reducir el estrés y permiten hacerle frente al aburrimiento y a la apatía.
Dependiendo de la tarea, el bricolaje también constituye un saludable ejercicio físico y/o mental. En cualquier caso, es importante cuidar las medidas de seguridad para no sufrir daños, sobre todo en las tareas de mayor riesgo (como las que involucran electricidad o el uso de elementos cortantes, por mencionar dos posibilidades).
Cómo aprender
Decíamos líneas arriba que el bricolaje no necesita de conocimientos científicos ni técnicos; tampoco demanda una formación profesional. Aunque la práctica es lo primordial, existen numerosos recursos para aprender a incursionar en el bricolaje con éxito.
Durante mucho tiempo, los programas de televisión, los libros y las revistas fueron los principales recursos informativos. Hoy existe una enorme cantidad de sitios web con tutoriales para hacer bricolaje. Inclusive en la famosa plataforma de contenidos audiovisuales YouTube se multiplican los videos que enseñan técnicas y brindan consejos.