Una brújula es un instrumento que, gracias a presentar una aguja imantada que gira sobre un eje y señala el norte magnético, permite determinar las direcciones de la superficie terrestre. El término tiene su origen etimológico en el vocablo italiano bussola.
Los historiadores creen que la brújula fue inventada en China durante el siglo IX. En un principio consistía en una aguja imantada flotando dentro de un recipiente con agua, aunque, con el tiempo, se logró reducir el tamaño del artefacto para poder trasladarlo con mayor comodidad. Así surgió el eje sobre el cual gira la aguja y se agregó una rosa de los vientos (también conocida como rosa náutica) para calcular las direcciones.
La brújula en la actualidad
Las brújulas se han mantenido casi inalterables con el paso del tiempo. Algunas, por ejemplo, comenzaron a incluir iluminación. Sin embargo, en la actualidad, los sistemas de navegación satelitales (como el GPS) han superado a las brújulas ya que ofrecen mayor precisión y más cantidad de datos. De todas maneras, las brújulas siguen utilizándose ante los eventuales desperfectos de los sistemas más complejos y en aquellos lugares donde no hay energía eléctrica o la posibilidad de recambiar pilas.
Es importante tener en cuenta que el norte magnético al que se apunta la aguja de la brújula es diferente al norte geográfico y varía de acuerdo a la región del planeta. En los polos, tanto norte como sur, las brújulas son inútiles ya que allí convergen las líneas de fuerza del campo magnético terrestre.
Quienes realizan una travesía o expedición deben contar, en definitiva, con distintos instrumentos y herramientas para la orientación. Así como las brújulas actualmente se complementan con los GPS, también son necesarios mapas y otros elementos de cartografía que brindan información sobre coordenadas geográficas.
Cualquier viajero o aventurero que realice senderismo o montañismo, adentrándose en bosques y montañas, tiene que tomar todos los recaudos necesarios para evitar que la excursión se transforme en una odisea. No se puede confiar la ubicación solamente al GPS o al teléfono ya que los dispositivos electrónicos pueden fallar. Por eso es clave sumar una brújula a la mochila. Lo mismo en el caso de quienes realizan un campamento, recorren la selva o se animan a incursionar en un desierto.
Por supuesto, más allá del kit de supervivencia, siempre hay que organizar la ruta o el itinerario de viaje en base a las indicaciones y las normativas de las autoridades. No es posible lanzarse a la aventura en medio de la naturaleza sin atender los reglamentos que regulan cómo debe actuarse en el interior de un parque nacional, una reserva natural o una región agreste.
Los tiempos de Marco Polo, Cristóbal Colón y Vasco da Gama ya quedaron muy lejos: hoy el capitán de un barco dispone de múltiples recursos avanzados para guiar a un barco en el océano. No obstante, al avanzar por un territorio desconocido debe primar el sentido común y las precauciones nunca están de más.
Algunos tipos
Podemos referirnos a la conocida brújula magnética, que es aquella que se define por estar conformada por varias agujas imantadas que giran de manera absolutamente libre.
De la misma forma nos encontramos con la brújula giroscópica que, como su propio nombre indica, consta de un giroscopio de tipo horizontal que se encarga de determinar el meridiano.
Brújulas en la religión
Existen varias brújulas que son muy importantes y conocidas y que han sido relevantes a lo largo de los tiempos. Este sería el caso, por ejemplo, de la famosa Brújula de Jerusalén, que es aquella que los judíos utilizan para conocer en qué dirección se encuentra la mencionada Ciudad Santa y así acometer sus oraciones mirando hacia ese lugar.
Precisamente, también dentro del ámbito religioso y con características muy similares a la anterior, nos encontramos también con la llamada Brújula de Quibla. En este caso, la misma es utilizada por los musulmanes para conocer hacia donde se encuentra la Meca y así realizar sus plegarias en dirección a ella.
El término en el cine y en sentido metafórico
Además de todo ello tenemos que dejar patente que dentro del cine existen varias películas que tienen en su título la palabra que ahora nos ocupa.
En concreto, una de las más importantes y que más éxito a nivel mundial ha tenido en los últimos años es «La brújula dorada». En 2007 fue cuando se estrenó la misma, que es una adaptación de la primera parte de la saga literaria fantástica llamada «La materia oscura», de Philip Pullman.
El concepto de brújula asimismo puede utilizarse de manera metafórica para referirse a una persona u objeto que sirve de ayuda para alguien: «Mi esposa es la brújula que me permite no apartarme de mi meta», «La Biblia es la brújula que guía mis pasos».