Caligrafía es un término que tiene dos acepciones reconocidas por la Real Academia Española (RAE). Su origen etimológico se encuentra en el griego kalligraphia, que es fruto de la suma de tres componentes:
- El adjetivo kallós, que es sinónimo de “hermoso”.
- El vocablo graphein, que puede traducirse como “escribir”.
- El sufijo -ia, que indica “cualidad”.
La caligrafía como arte
Se denomina caligrafía al arte que consiste en escribir creando letras formadas de manera correcta y con sentido estético de acuerdo a distintos estilos. La caligrafía, por lo tanto, va más allá de la legibilidad: no apunta solo a que las letras se entiendan, sino que busca crear belleza en el propio acto de escritura.
En el colegio se pone muchísimo interés en que los alumnos consigan tener una buena caligrafía, especialmente para que sea legible. De ahí que se opte por tomar medidas para lograr ese objetivo tales como usar hojas pautadas, copiar los títulos o frases de cuentos, usar las libretas de dos rayas y seguir dictados.
Desarrollo histórico
El origen de la caligrafía se encuentra en los caracteres chinos. En la cultura del gigante asiático, la apariencia de los ideogramas resulta muy importante e incluso tiene connotaciones simbólicas.
En el mundo occidental, la caligrafía surge del alfabeto latino, ya empleado por religiosos medievales en pergaminos. Con el paso del tiempo la disciplina perdió lugar, al menos en la cotidianeidad.
La creación de la imprenta hizo que la caligrafía, un arte manual, quede relegada. Más adelante, el bolígrafo, las máquinas de escribir y las computadoras (ordenadores) terminaron por confinar a la caligrafía a un espacio muy acotado. Hoy la caligrafía se emplea como un método de expresión artística que suele vincular el dibujo con la escritura.
La caligrafía como características de escritura
La RAE señala, por otra parte, que se llama caligrafía al conjunto de las características que definen el modo de escribir de un individuo. Un perito caligráfico, al comparar distintos documentos, puede descubrir al autor de cada uno estudiando la caligrafía.
Hay quienes aseguran que las personas, al escribir y evidenciar su caligrafía, dejan rastros de su personalidad en las letras que crean. De este modo se podría afirmar que un individuo es inseguro o violento, por ejemplo, según sus trazos.
Trazos más significativos
Entre los trazos caligráficos más significativos se encuentran los siguientes:
- La firma ascendente indica que esa personalidad tiene rasgos de superioridad.
- Si las letras están escritas de forma proporcionada y con el adecuado espacio entre líneas pertenecen a alguien ordenado.
- Las personas responsables escriben de manera clara, legible, proporcionada, con todos los signos de puntuación y con un aspecto cuidado.
- Los introvertidos se identifican porque su caligrafía es pequeña, agrupada, la firma es ilegible, resulta angulosa o muy sencilla al tiempo que su abertura es cerrada.
- Quienes se caracterizan por ser extrovertidos realizan una caligrafía espaciada, legible, rápida, grande y ascendente.
- Las personas amables se identifica porque tienen unos trazos legibles, redondeados, proporcionados y agrupados.