El vocablo griego kyklikós llegó al latín como cyclĭcus, que derivó en nuestro idioma como cíclico. Se trata de un adjetivo que hace referencia a aquello que está vinculado a un ciclo.
Los ciclos son periodos temporales que se suceden (es decir que, al finalizar, comienzan de nuevo). También se llama ciclo al conjunto de fases o etapas que atraviesa un fenómeno periódico.
Algo cíclico, por lo tanto, es aquello que se reitera de manera periódica o que, tras una cierta cantidad de tiempo, regresa a un estado o a una configuración precedente.
El tiempo cíclico
Se habla de tiempo cíclico para aludir al entendimiento del tiempo como algo circular, con características reiterativas. La sucesión de las estaciones del año o la organización del tiempo según las épocas de lluvia y de sequía, por ejemplo, pertenecen a esta idea de tiempo cíclico.
El calendario gregoriano, que divide cada año en doce meses, tiene características lineales pero también cíclicas. Todos los años comienzan en enero y finalizan en diciembre: tras diciembre de un año, llega enero de otro año. La división del tiempo en verano, otoño, invierno y primavera también es cíclica.
En la vida hay muchos periodos que parecen atascarse en un ciclo que se repite por tiempo indefinido. Algunos de estos periodos cíclicos no son negativos, aunque pueden resultar tediosos o difíciles de atravesar, pero otros pueden representar auténticos bloqueos emocionales que nos sumergen en una pesadilla de la cual no sabemos salir.
El adjetivo aplicado a los números
Los números cíclicos, por otra parte, son dígitos que, al ser multiplicados secuencialmente, dan como resultado un número con las mismas cifras que el original, aunque en un orden diferente. Para que un número pertenezca a esta clase es necesario que sus múltiplos sucesivos sean permutaciones cíclicas.
Para las matemáticas, una permutación consiste en variar el orden o la forma en la que están dispuestos los elementos de una lista ordenada (conocida con el nombre de tupla) o un conjunto ordenado de manera tal que no existan elementos repetidos. En este contexto nos encontramos con el concepto de permutación cíclica, un caso en el cual puede haber algunos elementos fijos, es decir que es posible establecer cuáles se mueven de forma cíclica.
Grupo cíclico
El grupo cíclico es aquél que se puede generar a partir de un solo elemento; en otras palabras, podemos decir que en el grupo generador todos los elementos pueden calcularse como potencias de uno solo.
Esto pertenece al ámbito del álgebra abstracta, específicamente a la teoría de grupos, la cual se enfoca en el estudio de determinadas estructuras algebraicas, tarea que incluye su clasificación, la definición de sus propiedades y el reconocimiento de sus aplicaciones en todos los campos posibles, que exceden las matemáticas.
Como cualquier grupo que surja de un elemento del grupo generador G es, a su vez, uno de sus subgrupos, para demostrar que se trata de un grupo cíclico es suficiente con demostrar que G es el único de sus subgrupos que contiene el elemento principal.
Los compuestos
En el terreno de la química, por último, un compuesto cíclico presenta átomos de carbono que se conectan formando un anillo. El benceno es un compuesto cíclico ya que tiene una estructura molecular con estas propiedades.
El naftaleno, por su parte, es un ejemplo de un compuesto en el cual existen varios anillos en una sola molécula, y en este caso se hace uso de la palabra «policíclico» para describirlo. Por otro lado, cuando un anillo contiene más de doce átomos se habla de compuesto «macrocíclico».
Existen varias categorías de compuestos cíclicos, y algunas de ellas poseen subcategorías: los compuestos alicíclicos, donde encontramos los cicloalcano y los cicloalquenos; los hidrocarburos aromáticos, que a su vez pueden ser policíclicos; los compuestos heterocíclicos; los macrociclos.