Escherichia coli, la bacteria coliforme más conocida
Las bacterias coliformes constituyen un conjunto de especies bacterianas que comparten determinadas características. Estos organismos suelen considerarse como indicadores de la contaminación de la comida y del agua.
TemasEscherichia coli
La denominación de coliforme se asocia a la bacteria más importante de este grupo: la Escherichia coli, que fue detectada en el siglo XIX por Theodor Escherich. Con el paso del tiempo, esa bacteria comenzó a ser denominada con el nombre de su descubridor.
Para que una bacteria sea coliforme, debe tratarse de una especie entérica, no esporógena, gramnegativa y anaeróbica facultativa o aeróbica. Por lo general se hallan en el intestino de los animales de sangre caliente y de los seres humanos, aunque también pueden encontrarse en plantas y en el suelo.
Lo habitual es que las bacterias coliformes lleguen al medio ambiente a través de las deposiciones de los animales y las personas. De este modo, cuando se registra la presencia de coliformes en el agua potable, se la toma como un indicador de contaminación fecal.
Contaminación de líquidos y alimentos
El vínculo entre el número de coliformes y la contaminación es proporcional: a mayor cantidad de estas bacterias, más contaminada está el agua. El estado de las aguas residuales también se analiza a partir de la medición del nivel de coliformes.
La detección de coliformes en los alimentos es muy importante para controlar la seguridad. Si bien muchas de estas bacterias son inofensivas, otras pueden provocar enfermedades e intoxicaciones de gravedad.
Existen diversos mecanismos para eliminar coliformes de la comida y la bebida. La radiación ultravioleta y el uso de cloro son dos de los recursos disponibles. Sin embargo, como todo lo que se relaciona con la ciencia y la tecnología, es probable que con el paso del tiempo aparezcan nuevos y más eficaces.
Detectar fuente de contaminación
Si creemos que el agua que recibimos en nuestro hogar ha sido contaminada por bacterias coliformes, lo primero que debemos hacer es detectar la fuente del problema para luego decidir cómo combatirlo. Si se trata de un pozo, entonces debemos revisar los alrededores en busca de alguna anomalía; además, asegurarnos de que cuente con su tapa sanitaria correctamente colocada, para que impida el ingreso de animales pequeños e insectos.
También es necesario verificar que no haya bloqueos, fugas u otros problemas en el sistema que alteren su correcto funcionamiento. Claro que la contaminación del agua no siempre se da a causa de una avería que se mantenga en el tiempo, sino que también puede ocurrir como resultado de un suceso puntual o pasajero; tal es el caso de una tormenta o una inundación, que lleve agua contaminada a un depósito de uso doméstico, por ejemplo.
Una solución rápida para un caso puntual de contaminación que no se extiende en el tiempo es la «cloración de choque», que consiste en suministrar una concentración alta de cloro. De esta manera, podemos eliminar las bacterias coliformes que hayan aparecido de manera excepcional. Es importante hacer un seguimiento en un máximo de quince días para comprobar que el agua esté libre de cuerpos extraños, y repetirlo dos meses después. Si el problema persiste significa que la causa no fue un evento aislado.
Ante la sospecha de contaminación del agua, debemos encontrar la fuente del problema.
Métodos de eliminación
Para los problemas de contaminación persistentes, es necesario recurrir a otros métodos de eliminación de coliformes. Por ejemplo, la cloración continua, que consiste en administrar cloro sólido o líquido por medio de un sistema dosificador o por gravedad.
Otra opción es el uso de luz ultravioleta. Se trata de una alternativa más económica y sencilla, que irradia luz ultravioleta en el agua para eliminar las bacterias en cuestión de segundos. También existe la ozonación, la inyección de un bactericida denominado «ozono» en el agua.
