Competencia intercultural es un concepto que alude a la capacidad de alguien para, en un marco de pluriculturalidad, poder entablar una comunicación e interactuar con individuos que dominan una lengua extranjera o segunda lengua.
Las competencias interculturales son esenciales para estar al tanto de desafíos y demandas de diversas realidades contemporáneas en materia sociocultural y para conocer de modo profundo y directo múltiples culturas. Con estas habilidades, por lo general, las personas potencian su actitud flexible, su empatía, su capacidad de adaptación y su tolerancia. También dan muestras de respeto por la diversidad y de sensibilidad intercultural independientemente del contexto cultural en el cual se encuentren.
Para darle estímulo e impulso a las competencias interculturales es recomendable aprovechar la amplia variedad de aplicaciones, software y capacitaciones que han ido apareciendo en los últimos tiempos. Sirven de mucho, además, los talleres y cursos que se van dictando, así como las publicaciones (digitales o en formato impreso) que abordan esta temática. Es interesante, en simultáneo, prestar atención a cómo los avances tecnológicos y el gran alcance de Internet están provocando oportunidades y planteando, a la vez, desafíos. En este sentido no se puede dejar de aludir a los contactos que permanentemente se generan entre usuarios de numerosos rincones del planeta gracias a las comunidades en línea y a las redes sociales, por ejemplo.
Enfoques y niveles de la competencia intercultural
Hoy en día se reconocen, a grandes rasgos, diferentes enfoques y niveles vinculados al desarrollo de la competencia intercultural.
Existe una perspectiva, por ejemplo, que hace foco en las destrezas sociales. A ellas se las considera un recurso vital en vistas a reuniones interculturales dado que se requieren saberes de comunicación no verbal y tácticas de asimilación cultural para que la lengua deje de ser una barrera o un obstáculo para sujetos que no comparten una misma cultura, difieren en sus estilos de vida y no dominan el mismo idioma.
Hay, asimismo, una orientación holística. En este escenario se propone que aquellos que están adquiriendo competencias interculturales cultiven fortalezas emocionales y afectivas para que las diferencias culturales no los lleven a minimizar, ocultar o subestimar su procedencia o identidad. La idea es conseguir que el impacto del choque cultural que se produzca sea mínimo (no significativo) y que, a través de la lengua propia y extranjera sumada a la buena disposición de los involucrados, la inteligencia cultural y la empatía intercultural, sean posibles la inclusión y la integración cultural.
Es constructivo instruirse, además, sobre los niveles que conforman al proceso a lo largo del cual se adquieren competencias interculturales. En el período inicial, dice la teoría, los aprendices se posicionan en un rango monocultural caracterizado por el aprecio de la cultura foránea de manera limitada en función de las percepciones e interpretaciones de la cultura que les resulta propia. Más tarde se hace evidente un nivel intercultural que posa al aprendiz en el medio de su cultura y la extranjera, pudiendo en esa instancia comparar ambas. Finalmente, cuando ya es posible mediar entre diferentes culturas, se distingue la etapa conocida como transcultural.
Aplicaciones de la competencia intercultural
En la práctica, las competencias interculturales son útiles y aprovechadas en un considerable número de ámbitos. Se las necesita y aplica, por detallar un caso específico, en la industria turística. Es imprescindible que los actores de este rubro se capaciten continuamente para poder enriquecer experiencias de viaje a partir del diálogo intercultural e interreligioso.
Vale remarcar que son varios los sectores laborales que se benefician a partir de personas que demuestran su competencia intercultural en su trabajo. Siempre es positivo tener en un equipo gente que, más allá de su buen desempeño en el puesto que le toque ejercer o la tarea que le asignen, de muestras de óptima adaptación y fluida interacción con compañeros, colegas o clientes de múltiples orígenes, culturas, creencias, etc.
En el campo del entretenimiento y en los medios de comunicación también son esperables las competencias interculturales que faciliten la inclusión, la visibilidad y la valoración de la diversidad de culturas. Es misión de los comunicadores defender y cultivar la libertad de expresión, así como debería exigirse siempre que desde las empresas dedicadas a servicios de información y los grupos mediáticos se les dé voz a todos por igual, sin discriminación, prejuicios ni censura. Es importante que se diseñen estrategias y opciones en materia lúdica, por agregar otra referencia, a fin de permitir que desde edad temprana los seres humanos adquieran una idea positiva respecto a la interculturalidad.
Es fructífero incluso generar y/o disfrutar piezas de música intercultural, interesarse por la gastronomía intercultural y respaldar tanto el cine como la literatura y el arte en general de características interculturales.
Al repasar las aplicaciones de la competencia intercultural ganan notoriedad también los provechos que posee en el campo de la educación, en el sector de los servicios sociales y en el área de la salud.