El vocablo comunidad tiene su origen en el término latino communitas. El concepto hace referencia a la característica de común, por lo que permite definir a diversas clases de conjuntos: de los individuos que forman parte de un pueblo, región o nación; de las naciones que están enlazadas por acuerdos políticos y económicos (como la Comunidad Europea o el Mercosur); o de personas vinculadas por intereses comunes (como ocurre en la comunidad católica).
En España, se utiliza la expresión comunidad autónoma para identificar a una franja territorial que, dentro de las bases constitucionales del Estado español, cuenta con autonomía a nivel legislativo y competencias de tipo ejecutivo. También dispone de la facultad para tener una administración propia a través de representantes locales.
Comunidad como grupo de seres vivos
Puede decirse que una comunidad es un grupo de seres humanos que comparten elementos en común, como idioma, costumbres, ubicación geográfica, visión del mundo o valores, por ejemplo. Dentro de una comunidad se suele crear una identidad común mediante la diferenciación de otros grupos o comunidades.
Otra definición del concepto es el que concibe la Biología. Se refiere a un conjunto de diferentes especies que comparten un mismo hábitat y donde todas ellas son imprescindibles para el equilibrio del ecosistema.
La mirada de la sociología
Desde el punto de vista de la sociología, ciertos lugares como las cárceles o los cuarteles también constituyen comunidades que pueden ser descritas y analizadas.
Por otro lado, en el mundo del trabajo, una empresa también puede presentarse como una comunidad, ya que quienes forman parte de ella comparten objetivos comunes y se encolumnan detrás de una filosofía corporativa.
La comunidad virtual
Gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías y de Internet, se han formado lo que se conoce como comunidades virtuales.
Las redes sociales, los foros, los sistemas de mensajería instantánea y los blogs son sitios que permiten la creación de este tipo de comunidades.
La noción según la psicología
La psicología comunitaria, por su parte, entiende que una comunidad implica una cierta cantidad de elementos para ser comprendida como tal, que exista un grupo donde las partes se sientan identificadas y tengan un objetivo en común.
Según Maritza Montero una comunidad es un conjunto de individuos que se encuentran constantemente en transformación y desarrollo y que tienen una relación de pertenencia entre sí, con una identidad social y una consciencia de comunidad que lo llevan a preocuparse por el resto de los que forman parte de aquel grupo. Estas relaciones fortalecen la unidad y la interacción social. Dentro del grupo los problemas y los intereses se comparten y el espíritu de cohesión y solidaridad es el que permitirá afrontarlos y mejorar como grupo.
Otros especialistas dentro de esta área que han definido el término son Sarason y McMillan y Chavis. Sarasson opina que el sentido de comunidad implica una cercanía y una empatía con el otro, la sensación de formar parte de un todo; mientras que McMillan y Chavis afirman esto pero agregan que este sentimiento de pertenencia puede desarrollarse sólo si existe una necesidad o una fe compartida y que se ve reflejado en el empeño que todos los integrantes presenten para continuar unidos al grupo.
Componentes imprescindibles de una comunidad
Ahora pasemos a los cuatro elementos necesarios para que exista una comunidad: membresía (hace referencia a la historia, los símbolos y la identidad de la comunidad y los derechos y deberes, entre otros elementos), influencia (tiene que ver con la capacidad para la inducción a realizar una determinada acción conjunta), integración (tiene que ver con la satisfacción de todas las necesidades del grupo, incluye popularidad, respeto y estatus, entre otros) y compromiso (donde el conocimiento de los miembros del grupo y de las metas de todos unidos, permite crear lazos emocionales firmes y brindarse contención, afecto y seguridad entre todos).
En la definición biológica del término, existe un problema que vuelve un tanto complejo el análisis, y es que las poblaciones no suelen ser del todo estables, dado que algunas especies (muchas aves, por ejemplo) son nómadas y se encuentran en constante movimiento. Esto ha llevado a que los científicos se preguntaran si realmente existía un concepto de comunidad o si cada especie sólo velaba por su grupo. Este tema aún se encuentra en discusión, pero explicar algunas cuestiones nos servirá para tomar partido.
Existen dos definiciones del término, una holística y otra individualista. La primera afirma que una comunidad es como un enorme organismo y funciona de forma homogénea; en esta definición todos los organismos son imprescindibles para que el desarrollo del grupo sea el esperado y agrega que cualquier población no puede ser estudiada o entendida de forma individual, sino en función de su lugar dentro de la comunidad.
La concepción individualista dice que las comunidades se forman de manera aleatoria y no tienen ni siquiera una estructura particular, por esta razón no puede ser tomada como un todo. Las características de cada comunidad son consecuencia de la suma de acciones realizadas por cada población, donde estas últimas actúan con total independencia con respecto al resto de las poblaciones que viven en su ecosistema.