Lo primero que vamos a llevar a cabo es la determinación del origen etimológico del término connotación que nos ocupa. En concreto, al hacerlo podemos establecer que aquel procede del latín al estar conformado por las siguientes partes de dicha lengua: el prefijo “con-“, que puede traducirse como “completamente”; el vocablo “nota”, que es equivalente a “marca”; y el sufijo “-cion”, que ejerce como sinónimo de “acción y efecto”.
Connotación es la acción y efecto de connotar (que conlleva, además de su significado específico, otro de tipo apelativo o expresivo). La connotación de una palabra o frase, por lo tanto, sugiere un significado añadido y diferente al suyo propio.
Por ejemplo: “Creo que esta publicidad tiene una connotación sexista”, “El discurso del presidente pareció dirigirse al público asistente, aunque muchos analistas advirtieron otra connotación”, “Si te diriges hacia el jefe de esa forma, muchos van a pensar que tus palabras tienen una connotación particular”, “No busques una connotación donde no la hay”.
La connotación y lo literal
La connotación implica que el lenguaje tiene sentidos que van más allá de lo literal. Se puede decir que un hombre es un león porque tiene mucha fuerza o coraje, sin que esto indique que dicha persona muestra las mismas características biológicas o físicas que el animal en cuestión.
Cuando se habla de connotación, al mismo tiempo y casi de manera irremediable, se hace utilización de su antónimo: de denotación. Este término puede definirse como el significado básico y principal que tiene cualquier palabra, es decir, el que se le otorga en cualquier diccionario.
Universal, objetivo y no discrepante es, por tanto, el significado denotativo de cualquier vocablo mientras que cuando hablamos del significativo connotativo es aquel que se caracteriza por ser aquel que es subjetivo al ser fruto de sentimientos, sensaciones y emociones.
Además de todo lo expuesto, tendríamos que subrayar que cualquier palabra tiene un sentido denotativo y connotativo al mismo tiempo. Así, un término tendrá un significativo denotativo para todos los ciudadanos, pero el connotativo será diferente en base a la persona en cuestión.
Algunos ejemplos
Puede decirse que la connotación es el valor secundario de una expresión o palabra. La imagen de una rosa puede connotar amor, enamoramiento o pasión, significados que no tienen que ver con la definición literal de esta flor sino con la valoración o el significado que se crea culturalmente.
La frase “sufrir como un perro” o “tratar como un perro” es otro ejemplo de connotación. Si una persona comenta que otra “está sufriendo como un perro”, está haciendo referencia a un grado elevado de sufrimiento. No quiere decir que el infortunado duerma en el piso y beba agua de un recipiente, ni tampoco que todos los perros se enfrentan a una existencia de sufrimiento.
La connotación en el parentesco
Por último, tendríamos que establecer que existe un significado diferente para el término que estamos abordando. En este caso, podríamos subrayar el hecho de que connotación también se emplea para referirse a un tipo de parentesco.
Este parentesco se da entre dos o más individuos y tiene como seña de identidad que no es cercano, sino bastante lejano.