Cada país cuenta con una ley de cooperativas para regular el funcionamiento de estas entidades.
Cooperativa es un término que puede usarse como adjetivo o como sustantivo. En el primer caso, permite calificar a aquel o aquello que coopera: es decir, que actúa a favor de los propósitos o las intenciones de alguien o que procede en conjunto con otro u otros para cumplir un objetivo en común.
Como sustantivo, la idea de cooperativa refiere a un tipo de sociedad que se constituye para la utilidad común de sus integrantes. Estas asociaciones se organizan de manera democrática y son administradas según el acuerdo que establecen sus socios.
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ResumenOrigen etimológico del término cooperativa
Para conocer el significado del término cooperativa, se hace necesario proceder a descubrir su origen etimológico. En este caso, hay que que establecer que deriva del latín, exactamente de cooperativus, que puede traducirse como «que trabaja con otros conjuntamente». Esta palabra es fruto de la suma de tres partes claramente diferenciadas:
- -El prefijo co-, que es sinónimo de «conjuntamente».
- -El verbo operari, que puede traducirse como «trabajar».
- -El sufijo -tivo, que se usa para indicar una «relación pasiva o activa».
Un modo de asociación
Las cooperativas son entidades autónomas de individuos que se unen de forma voluntaria con la intención de satisfacer sus necesidades económicas, culturales y/o sociales mediante una corporación de propiedad conjunta, cuyo control es democrático. A diferencia de una empresa, en el cual siempre hay uno o más dueños, las cooperativas no tienen propietarios (o, dicho de otro modo, todos sus socios son los propietarios de la entidad).
Existen varios principios cooperativos que rigen el funcionamiento de estas entidades. Los asociados, que pueden adherirse y retirarse de la sociedad de manera voluntaria, tienen una participación económica. Si se registra un superávit, éste pertenece a los socios. Las cooperativas, por otra parte, deben trabajar por el bien de su comunidad.
La propiedad colectiva, los beneficios compartidos y la autogestión, por lo tanto, son pilares de una cooperativa. Los trabajadores asociados toman las decisiones en la asamblea de socios, con lo cual suele hablarse del desarrollo de una democracia económica.
Las cooperativas de servicios públicos pueden encargarse de suministrar agua potable, gas o electricidad, por ejemplo.
Ventajas y desventajas de las cooperativas
Es importante conocer que las cooperativas ofrecen una larga lista de ventajas frente a otro tipo de empresas. Nos estamos refiriendo a beneficios tales como los siguientes:
- Los socios que la integran únicamente son responsables en función del capital que aportan.
- Se les permite disfrutar de determinadas bonificaciones e incluso exenciones a nivel fiscal.
- Los socios se pueden dar de alta y de baja cuando lo deseen.
- La gestión de la cooperativa se lleva a cabo de una manera segura, sin riesgos.
- Los socios participan de manera absolutamente democrática en la toma de todas las decisiones.
- La información es muy fluida y llega a todos los cooperativistas.
- La cooperativa está exenta de tener que hacerle frente a los gastos de registro e incluso no debe pagar el impuesto sobre la renta.
Entre las desventajas, en cambio, suele mencionarse que la toma de decisiones tiende a demorarse ante la necesidad de lograr acuerdos y que muchas veces padecen dificultades para acceder a créditos bancarios.
Una cooperativa de crédito brinda financiamiento con capital propio a sus asociados, cobrando intereses reducidos y ofreciendo facilidades para la devolución del monto.
El cooperativismo
El cooperativismo o movimiento cooperativo promueve la asociación de consumidores y productores como mecanismo para lograr satisfacer sus necesidades y conseguir beneficios.
Con representación global mediante la Alianza Cooperativa Internacional (una federación de cooperativas fundada en 1895), el cooperativismo defiende valores como la solidaridad, la equidad y el apoyo mutuo. Más allá de ciertos antecedentes más lejanos, se suele aceptar que el movimiento cooperativo se puso en marcha en 1844 gracias a un conjunto de trabajadores textiles de Rochdale (Inglaterra) que crearon una empresa que hoy se definiría como cooperativa.
La Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale nació cuando 28 obreros perdieron su trabajo luego de una huelga. Frente a este realidad, decidieron aportar 28 peniques cada uno para establecer una nueva compañía gestionada de manera democrática y con participación económica de los asociados.
La historia de las cooperativas pronto se fue nutriendo con el surgimiento de otras asociaciones de esta clase, que dieron lugar a la llamada economía solidaria o economía social.
Bajo esta forma de organización económica, las relaciones productivas y de distribución se sustentan en la solidaridad, sin tener al afán lucrativo como rector.
Clasificación según el tipo de cooperativa
La cooperativa de producción, la cooperativa de agricultores, la cooperativa de consumo, la cooperativa de ahorro y crédito, la cooperativa de transporte y la cooperativas de educación son algunas de las diferentes clases de estas asociaciones.
Tomemos el caso de una cooperativa de artistas musicales. Cada uno contribuye en partes iguales al capital social para la conformación de la entidad, a través de la cual producen y editan discos y organizan conciertos. Los dividendos cooperativos se reparten de modo equitativo, ya que todos los músicos realizaron el mismo aporte.
La editorial escocesa AK Press, el banco argentino Credicoop y las bodegas españolas Cristo de la Vega son ejemplos de cooperativas.
