Denigrante es algo que denigra. El origen etimológico de denigrar nos lleva al latín denigrāre, que significa “poner negro” o “manchar”. La acción de denigrar, por lo tanto, consiste en formar una mancha (simbólica) en la fama, la reputación o la opinión de alguien.
Lo denigrante es algo que deslustra, injuria, agravia, ofende o ultraja. Puede tratarse de un efecto producido por alguien externo o de la consecuencia de un accionar erróneo o desafortunado de la propia persona.
Por ejemplo: “La imagen de los jóvenes alcoholizados en la calle es denigrante para la ciudad”, “El dueño de la empresa tuvo una actitud denigrante con sus empleados”, “Es denigrante que algunas personas deban revolver la basura en búsqueda de alimentos”.
Ejemplos de uso del término denigrante
La denigración suele asociarse a la humillación. Si un jefe acusa de robo a un empleado y lo obliga a desnudarse delante de todos sus compañeros para que demuestre que no ha tomado nada que no le corresponde, podrá decirse que le está propiciando un trato denigrante al trabajador.
De manera similar, si una joven bebé en exceso y se alcoholiza, es probable que incurra en conductas denigrantes que, en estado de sobriedad, nunca desarrollaría. Orinar en público e insultar a quienes se le acercan son actos que denigran su condición y que ella misma lleva adelante sin percatarse de eso por la inconciencia que le ha producido el alcohol.
También es posible vincular lo denigrante a la discriminación. Si en un pueblo se obliga a las personas que no profesan la religión mayoritaria a lucir un sombrero amarillo para todos puedan reconocerlos, se estará ante una actitud denigrante.
Ataques a una comunidad o un colectivo social
De la misma manera, tenemos que exponer que a lo largo de la historia han existido actitudes o términos denigrantes que un colectivo o grupo ha llevado a cabo en contra de otro. Una buena muestra de ello es que los judíos durante siglos han sido ultrajados con todo tipo de insultos e incluso fueron el objetivo de los nazis, que mataron, encerraron y realizaron multitud de experimentos humanos con ellos en los campos de exterminio.
Las mujeres, los homosexuales o los hombres y mujeres de raza negra podemos establecer que se encuentran entre grupos de población que más se han visto, desde tiempos inmemoriales, convertidos en el centro de acciones y opiniones denigrantes. Lamentablemente, y aunque se ha conseguido avanzar en muchos aspectos, aún hoy tienen que hacer frente a situaciones en las que son objeto de burla, de mofa, de menosprecio…
Publicidad denigrante
Además de todo lo expuesto, tendríamos que subrayar que también existe lo que se conoce como publicidad denigrante. Este es un término que se emplea para referirse a todo aquel anuncio que, por las imágenes o los eslóganes que usa, lo que hace es ofender o agravar a determinados colectivos sociales.
Así, por ejemplo, en más de una ocasión la sociedad se ha levantado contra publicidad que denigraba a la mujer por las actitudes machistas que planteaba y que la mostraban como un ser humano incapaz de hacer algo más que las tareas domésticas, necesitado de un hombre que lo protegiera o con una capacidad intelectual cuestionable.