El desarrollo de software es el proceso que se lleva a cabo para producir un programa informático. El concepto alude a las labores de diseño, programación y documentación que deben realizarse para crear el producto.
Antes de continuar, debe considerarse que un software es una aplicación que hace posible la ejecución de determinadas tareas en un ordenador o computadora. La idea de desarrollar, en tanto, refiere en este caso a elaborar, diseñar o poner en marcha.
Características del desarrollo de software
El desarrollo de software consiste en una serie de pasos que permiten diseñar, documentar, programar, probar, ejecutar y mantener un programa. En dicho proceso pueden intervenir distintos especialistas y se genera un flujo de trabajo.
Se denomina ciclo de vida del desarrollo de software (SDLC) al modelo o la estructura que incluye la sucesión de tareas a realizar. A nivel general, más allá de las particularidades de cada caso, este ciclo incluye las siguientes fases o etapas:
- Planificación: Implica trabajar en el análisis de requisitos del cliente o de quien demanda la creación del software. En esta instancia se establecen cuáles serán las funcionalidades del programa.
- Implementación: Los especialistas en ingeniería de software se encargan de la escritura del código (programación), examinando que el proyecto avance en sintonía con las demandas originales. Se deben emplear lenguajes de programación que resulten útiles para alcanzar lo pretendido.
- Prueba: Consiste en buscar posibles fallos, haciendo una revisión de código para detectar errores y concretar la depuración necesaria.
- Documentación: Se registran los pasos a modo de informe.
- Despliegue: Con el software ya escrito y probado, se lo debe implementar. Esto supone el lanzamiento del producto, ya sea a nivel interno o al público.
- Mantenimiento: El ciclo de vida del desarrollo de software incluye el mantenimiento para solucionar fallos, incorporar características y optimizar el rendimiento.
Metodologías y modelos
El desarrollo de software puede concretarse optando por diferentes metodologías y modelos.
Las metodologías ágiles suponen la gestión de proyectos de software a través de una división del trabajo en fases, fomentando la mejora continua y la colaboración. En este contexto, se arman equipos que actúan en función de un ciclo que contempla la planificación, el diseño, la ejecución, el mantenimiento y la evaluación. El desarrollo ágil de software puede usar marcos de trabajo (frameworks) como Kanban, Scrum o la Programación Extrema (XP).
El método de integración continua (CI) y entrega continua (CD), también mencionado como CI/CD, contempla por su parte la automatización de la integración de las modificaciones del código, con lo cual los programadores disponen de un repositorio central para ejecutar las compilaciones y las pruebas, y la implementación automática de los cambios en un entorno de prueba.
La noción de DevOps, por otro lado, hace alusión a las herramientas y las prácticas que contribuyen a la integración y la automatización del proceso que realizan los desarrolladores de software. Fomenta, de este modo, la colaboración entre los equipos.
El modelo de cascada, asimismo, apuesta por una cronología estricta: el comienzo de una etapa solo se concreta cuando finalizó la fase precedente. Antes de esa transición se realiza una revisión y solo se avanza cuando el proyecto está en condiciones de seguir adelante.
Es interesante mencionar a la arquitectura de software conocida como microservicios, que se basa en distintos servicios descentralizados y de implementación independiente. Así, los desarrolladores se organizan en pequeños equipos que se especializan en distintas cuestiones.
Tipos de desarrollo de software
Es posible diferenciar entre distintos tipos de desarrollo de software. Se denomina desarrollo frontend a aquel que se encarga de la estructuración de los datos que se muestran en la interfaz gráfica, apuntando a la optimización de la experiencia de usuario o user experience (UX).
El desarrollo backend, en cambio, está orientado a componentes y prestaciones que no son visibles o accesibles para el usuario. Se trata del trabajo que se realiza con bases de datos, APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) y otros recursos para favorecer la comunicación y la integración entre programas y sistemas.
Otra posibilidad es considerar el tipo de desarrollo de software según su finalidad o función. Se puede distinguir entre el software de sistema (los sistemas operativos, los programas para administrar el hardware, etc.), el software de aplicación (que permite al usuario ver fotografías, escuchar música, realizar tareas de oficina o satisfacer otras necesidades), el software de programación (que brinda herramientas y recursos a los programadores) y otras clases.
A su vez, es posible diferenciar entre el desarrollo de software móvil (para teléfonos), el desarrollo de software en la nube o cloud computing (que se ejecuta desde servidores remotos) y el desarrollo de software de inteligencia artificial (IA), por mencionar más posibilidades.
Los profesionales
En el desarrollo de software pueden intervenir distintos profesionales. Los programadores son quienes se encargan de la escritura del código fuente de los programas, procesando pedidos, fusionando bases de datos y exhibiendo gráficos, por ejemplo.
Los ingenieros de software se dedican a la aplicación de los preceptos de ingeniería para la producción de los programas, usando lenguaje de modelado y otros recursos.
Los desarrolladores de software, en tanto, asumen la dirección del ciclo de vida del desarrollo de software. Pueden escribir código, hacer pruebas y encarar otras tareas.
Es interesante señalar que estos tres expertos se complementan de distintas maneras. Muchas veces los ingenieros y los desarrolladores de software les dan instrucciones a los programadores para crear los programas con características específicas.
Ejemplos de desarrollo de software
Supongamos que una empresa de transporte desea contar con un software personalizado para la gestión de sus envíos. Con dicho objetivo, contratan a una compañía informática y le realizan el encargo. Los desarrolladores de software se reúnen con los transportistas, quienes informan qué es lo que necesitan. Los profesionales tecnológicos, por su parte, les explican qué se puede hacer. Una vez alcanzado un acuerdo, se inicia el diseño y la programación del software. Luego se continúa con las pruebas y la implementación y se sigue con el soporte y mantenimiento.
Tomemos el caso de un programador que desarrolla una app móvil para seguir la campaña de un equipo de fútbol. Trabajando con una base de datos, registra información sobre los jugadores, los resultados de los partidos, etc., programando distintas opciones de búsqueda y de visualización de los contenidos. Los seguidores del club en cuestión pueden descargar la aplicación y acceder a los datos desde su teléfono gracias a este desarrollo de software.