Una droga es una sustancia vegetal, mineral o animal que tiene efecto estimulante, alucinógeno, narcótico o deprimente. Se conoce como droga blanda a aquélla que tiene un bajo grado adictivo, como el cannabis, mientras que una droga dura es fuertemente adictiva (como la cocaína y la heroína).
Por otra parte, las drogas son las materias primas de origen biológico que se utilizan, ya sea de manera directa o indirecta, para la elaboración de medicamentos. La composición química de la droga brinda una acción farmacológica que resulta útil para la terapia.
Efectos de la droga
A nivel general, se conoce como droga a las sustancias que, al ser introducidas en el organismo, pueden alterar o modificar sus funciones. Las personas pueden tomar drogas por el placer que les generan, aunque la suspensión del consumo genera un malestar psíquico. La ingesta excesiva de drogas, por otra parte, tiene consecuencias negativas para el cuerpo. Se conoce como drogodependencia a la necesidad de consumir drogas para obtener sensaciones placenteras o eliminar algún tipo de dolor.
De acuerdo a los efectos sobre el sistema nervioso central, las drogas pueden calificarse en depresoras (inhiben su funcionamiento y generan lentitud en la actividad nerviosa, como el alcohol, la morfina, la metadona y la heroína), estimulantes (incrementan las funciones corporales y excitan el sistema nervioso central, como ocurre con la cocaína, la cafeína, la nicotina y la anfetamina) o alucinógenas (perturban la conciencia y deforman la percepción, como lo hacen el LCD y el peyote).
Cabe destacar que existen drogas legales que pueden comprarse de forma libre o bajo prescripción médica, mientras que otras drogas son ilegales (sólo pueden adquirirse en el mercado negro).
Legalización para luchar contra el crimen
En el año 2001, Portugal se convirtió en el primer país europeo en legalizar la posesión y el consumo de marihuana, cocaína, heroína y metanfetamina, entre otras drogas consideradas, hasta ese entonces, ilegales. En una lucha que pretendía bajar el índice de criminalidad, el gobierno portugués reemplazó la sentencia a prisión por la posibilidad de recibir un tratamiento terapéutico. Cabe mencionar que se trata del lugar con mayor índice de consumo de drogas del mundo.
Se argumentó que el miedo a ser encarcelado es un factor muy negativo y contraproducente en la vida de un adicto y que, por otro lado, para el país resultaba más rentable afrontar el gasto de la terapia gratuita que la manutención de los mismos individuos en prisión. Gracias a esta nueva iniciativa, las personas acusadas de haber comprado estupefacientes ilegales eran referidas a un grupo de ayuda compuesto por un psicólogo, un trabajador social y un asesor jurídico.
Resultados de la prueba en cuanto al consumo de droga
Intentando responder a la pregunta de cuán efectiva resultó la legalización en este caso en concreto, cabe mencionar que en su momento, muchos temieron que dicha política abriera las puertas a una especie de turismo en busca del libre acceso a las drogas y empeorar la ya terrible situación que Portugal atravesaba a comienzos del nuevo milenio. Sin embargo, los resultados obtenidos unos años más tarde demostraron que había ocurrido lo contrario.
Entre las mejoras que se notaron luego de dar un tiempo al experimento, se apreciaba que el uso de drogas ilegales por parte de los adolescentes había disminuido, así como las infecciones de VIH causadas por compartir jeringas, mientras que el porcentaje de gente que buscaba tratamiento para combatir la adicción a las drogas había ascendido a más del doble de su equivalente en el año 2001. Según el análisis de los expertos, esta medida permitió al gobierno portugués tratar el problema del consumo de sustancias ilegales con un éxito considerablemente mayor al que había obtenido cualquier país occidental hasta el momento.