El vocablo griego édaphos (que puede traducirse como “suelo”) derivó en edaphikós (referido a aquello vinculado a un terreno de cultivo). Ese es el antecedente etimológico más cercano de edáfico, término que en nuestra lengua alude a lo concerniente al suelo, sobre todo en relación con las plantas.
Sistema edáfico
El suelo, en este marco, constituye lo que se conoce como sistema edáfico. Se trata de la capa superficial que cubre la corteza de la Tierra, con un espesor que varía de acuerdo a la zona.
El sistema edáfico está compuesto por sustancias inorgánicas y por sustancias orgánicas. En el primer grupo encontramos a los minerales y al aire, mientras que entre las materias orgánicas aparecen microorganismos, restos de vegetales, etc.
Condiciones edáficas
La actividad biológica, las características climáticas y la topografía inciden en las características del sistema edáfico. Para mencionar las propiedades del suelo que pueden medirse, se habla específicamente de condiciones edáficas.
De este modo, las condiciones edáficas se definen a partir de la humedad, el pH, la concentración de sales y otras particularidades del suelo. Conocer estos datos es esencial a la hora de desarrollar cultivos.
Vida edáfica
Este concepto hace referencia a la presencia de organismos que se adaptan a las condiciones que existen debajo del suelo. En este sentido tenemos diferentes cambios o alteraciones que comparten varios de ellos, como ser la pérdida de los apéndices que le serían necesarios para desplazarse por la tierra. Veamos otros de ellos a continuación:
* apéndices para cavar: así como pueden perder los que antes habrían necesitado para caminar o trepar, es posible que desarrollen otros en sus patas que les permitan desplazarse cavando la tierra. Esto puede verse complementado por la aparición de algunas piezas bucales;
* movimiento por oquedades: las oquedades son espacios vacíos de un cuerpo sólido, que pueden originarse de manera natural o artificial. La vida edáfica exige adaptarse a desplazarse por estos espacios, para lo cual es posible adoptar una forma cilíndrica que avance contrayéndose y retrayéndose. Si las oquedades son acuáticas, los organismos se vuelven planos o esféricos y combinan la reptación con las contracciones para avanzar;
* anoftalmía y microftalmía: el primero de estos términos se usa en el ámbito de la medicina para hablar de la ausencia total de un ojo o bien de ambos. El segundo, por otro lado, hace referencia a un tamaño demasiado pequeño de los ojos, una anomalía que en este caso ocurre con un fin de adaptación al entorno edáfico. Dicho en otras palabras, en este caso el organismo experimenta una pérdida parcial o total de su visión, porque ya no necesita este sentido en su nuevo hábitat.
Conceptos relacionados
La idea de factores edáficos, en tanto, hace referencia a las cuestiones que inciden en la abundancia y la distribución de la fauna y la flora en un terreno. El nivel freático, la porosidad y la textura del suelo son factores edáficos.
Sondeo edáfico, perfil edáfico y recurso edáfico son otras expresiones que suelen utilizarse en distintos ámbitos. La agricultura, la enología y la arqueología, por ejemplo, apelan a este tipo de conceptos.
Los sondeos edáficos, por ejemplo, forman parte de ciertos proyectos de excavación, y se llevan a cabo más de uno por actividad. Su objetivo es permitir a los investigadores conocer la evolución de la zona de un yacimiento, así como del relleno de una cuenca sedimentaria, pero en general de la disposición del suelo. Mediante esta práctica también recogen muestras de tierra para buscar restos, como carbones y semillas, que les enseñe la evolución de la actividad humana en la zona a lo largo de la historia.