Cuando utilizamos la palabra encaje, podemos referirnos a diferentes cuestiones. Uno de los usos más frecuentes del término alude al tejido ornamental realizado con calados o mallas que suele adornarse con bordados.
Los encajes son transparentes y presentan dibujos (geométricos o de otro tipo) que se unen en una red. La tela llamada de esta forma se caracteriza por fusionar espacios compactos y abiertos, con una concentración mayor o menor de hilo, respectivamente, lo que sirve para crear los diferentes motivos o dibujos. La diferencia principal entre el encaje y el bordado es que este último se crea sobre un trozo de tela preexistente, mientras que el primero sirve para elaborar la propia tela.
La elaboración del encaje puede llevarse a cabo mediante varias técnicas de producción, como ser el trenzado, el anudado, el retorcido, el entretejido o el enlazado de hebras de hilo. Dependiendo de la técnica usada, puede diferenciarse entre encajes a la aguja, encajes de bolillos, encajes de ganchillos o encajes mecánicos.
El encaje de bolillos se elabora de forma artesanal, y requiere de los siguientes instrumentos y elementos: la plantilla con el diseño deseado (la cual suele ser de cartón), alfileres, bolillos, una almohadilla y hebras de fibra vegetal. Los bolillos son palos pequeños, alrededor de cuya mitad superior se devana o arrolla el hilo, ya que se trata de la parte más delgada, de manera que quede tirante a causa del equilibrio con el peso de la otra mitad, cuyo grosor es mayor. A lo largo del proceso de tejido, se debe sujetar el lienzo con alfileres, que se clavan en la almohadilla, de acuerdo al diseño.
Por otro lado tenemos el encaje a la aguja o de aguja, que se hace a mano, con ayuda de ganchos o agujas, mientras se recrea el diseño realizado en una hoja de papel. Para que el trabajo sea más sencillo, se suele fijar el hilo en ciertos puntos del papel. Si bien este método es más trabajoso que el primero, los resultados suelen ser más finos.
Con la llegada de las máquinas, la elaboración de encajes atravesó una importante transformación, que dio lugar al nacimiento del encaje mecánico. En la actualidad, la mayoría de los productos con encaje se hacen de esta manera. Si bien permite abaratar costos de producción, también elimina por completo la magia típica de un trabajo artesanal; por esta razón, las piezas exclusivas siguen fabricándose a mano.
Los manteles, las cortinas y la ropa interior femenina son algunos de los productos textiles que presentan encajes, confeccionados con fibras como el lino, la seda o el algodón.
En el contexto de las finanzas, se denomina encaje a la totalidad de los activos que las entidades bancarias atesoran en forma de dinero. El encaje, por lo tanto, está compuesto por los depósitos que los bancos mantienen como reservas líquidas (en efectivo).
También llamado coeficiente de reservas, el encaje no puede emplearse para otorgar créditos ni para realizar inversiones. Las autoridades monetarias del país se encargan de fijar el coeficiente mínimo que los bancos deben tener a modo de encaje.
Supongamos que, en una determinada nación donde la moneda corriente es el peso, se establece un coeficiente de reservas del 3%. Esto significada que los bancos, por cada 100 pesos que reciben como depósito, tienen que guardar 3 pesos como encaje. Los 97 pesos restantes los pueden prestar o invertir.
Encaje, por otra parte, es el acto y el resultado de encajar algo (ajustarlo o meterlo). Por ejemplo: “No sé cómo voy a hacer para encajar el nuevo mueble en la pared del salón”, “Necesitas utilizar grasa para que esa pieza encaje en la abertura”.
