En el francés es donde se encuentra el origen etimológico del término encuesta que ahora nos ocupa. Exactamente procede de la palabra «enquête», que significa «investigación» y que deriva, a su vez, del latín «inquesta». Este vocablo podemos establecer que es fruto de la suma de dos partes bien diferenciadas:
-El prefijo «in-«, que puede traducirse como «en» o «estar dentro».
-El verbo «quaerere», que es sinónimo de «investigar» e «interrogar».
En nuestra lengua, el concepto se convirtió en encuesta: así se denomina a la serie de preguntas tipificadas cuya finalidad es recabar la opinión de las personas sobre distintos temas.
Por ejemplo: «Una encuesta revela que el 80% de la gente está a favor de endurecer las penas a los asesinos», «De acuerdo a una encuesta, la mayoría de los vecinos prefiere que se construyan espacios verdes en lugar de centros culturales», «Los políticos siempre se guían por lo que dicen las encuestas».
Una encuesta permite recopilar datos a través de un cuestionario. Por lo general las mismas preguntas son realizadas a individuos de distintas clases sociales para que el resultado de la pesquisa resulte representativo de toda la sociedad. Una vez recolectada la información, suelen calcularse porcentajes que se presentan en tablas o en gráficos.
A la hora de crear una encuesta es fundamental seguir una serie de consejos o recomendaciones importantes entre las que se encuentran las siguientes:
-Determinar el modo de recolección de los datos, es decir, saber si la encuesta se va a realizar de modo online, vía telefónica o bien de forma presencial.
-Realizar de forma exhaustiva y precisa la redacción de las preguntas teniendo presente que se deben entender perfectamente, que no deben crear confusión en el encuestado y que deben redactarse con un lenguaje sencillo.
-Las preguntas pueden ser de dos tipos: abiertas, en las que el encuestado puede contestar libremente, o cerradas, en las que el encuestado tendrá que elegir una de las opciones que se le dan.
-Hay que fijarse muy bien a la hora de establecer el orden de las preguntas.
Una encuesta sencilla podría realizarse a las cien personas que viven en un mismo edificio, preguntándoles «¿Está conforme con el trabajo que realiza el encargado?» y permitiéndoles optar entre las siguientes respuestas: «Sí», «No» o «Más o menos». La encuesta arroja los siguientes resultados: 61 vecinos respondieron que «Sí» están conformes, 15 dijeron que «No» están conformes y 24 manifestaron estar «Más o menos» conformes. Puede decirse, por lo tanto, que el 61% de los vecinos del edificio en cuestión está satisfecho con el encargado, frente al 15% que no está conforme y el 24% que se ubica en una posición intermedia.
Entre las encuestas más interesantes están las que se realizan en las semanas previas a unas elecciones. De esta manera lo que se consigue es conocer cuáles son los posibles resultados que pueden tener esos comicios. No obstante, en muchas ocasiones esa información trae consigo que se pueda movilizar a la ciudadanía para que vote a uno u otro partido político para evitar que esos «vaticinios» puedan cumplirse.