El eneldo, también llamado aneldo, es una hierba aromática que se emplea como condimento. El término proviene del vocablo latino anethŭlus, que es el diminutivo de anēthum, a su vez derivado del griego ánēthon.
Esta planta pertenece al grupo familiar de las umbelíferas y puede alcanzar una altura de unos ochenta centímetros. Presenta hojas que se dividen en tiras irregulares y flores de color amarillento.
El eneldo a lo largo de la historia
De nombre científico Anethum graveolens, el eneldo es originario de la zona del Mediterráneo. Mucho tiempo atrás, el ser humano comenzó a utilizar este vegetal con fines medicinales, aprovechando sus frutos o semillas.
La Biblia, por ejemplo, alude al eneldo en el libro de San Mateo. De acuerdo a este evangelista, los ministros del judaísmo recurrían a esta planta a modo de ofrenda.
Puede verse la relevancia del eneldo, por otra parte, en la inclusión de la planta en el acta conocida como “Capitulare de villis vel curtis imperi”. En dicho documento, cuya redacción se ubica entre fines del siglo XVIII y comienzos del siglo IX, el rey Carlomagno ordena que en sus dominios se cultiven determinadas especies; una de ellas era el eneldo.
Propiedades que se le atribuyen
Por sus componentes químicos, se suele señalar que el eneldo ayuda a minimizar las dolencias vinculadas a la menstruación, reduce las flatulencias, contribuye a desinfectar lesiones y permite tratar espasmos.
De este modo, el eneldo se emplea como carminativo, espasmolítico y diurético. Lo que se hace generalmente es destinar sus semillas a la elaboración de infusiones.
Es importante tener en cuenta que, antes de ingerir cualquier producto con la intención de incidir sobre la salud, resulta indispensable consultar a un médico. Solo un profesional de la medicina está en condiciones de sugerir cómo prevenir o tratar las enfermedades y los trastornos que atentan contra el bienestar.
El eneldo en la cocina
Las semillas y las hojas frescas o secas son las partes del eneldo que generalmente se usan en el ámbito gastronómico. Al tener un sabor y un aroma bastante fuertes, lo común es que se utilice en cantidades reducidas.
Los países del norte europeo son los que tienen una mayor tradición en el uso gastronómico del eneldo. Se emplea sobre todo en conservas y marinadas, especialmente con pescados.
Guisos, salsas y ensaladas son preparaciones que pueden llevar eneldo. Las semillas también se agregan a panes y pasteles.
Su combinación con el pepino
Uno de los alimentos que mejor combina con el eneldo es el pepino. Cabe recordar que se llama pepino a la planta Cucumis sativus, aunque el término suele referirse específicamente a su fruto.
La ensalada de pepino y eneldo es un plato muy valorado. En este caso, todos los ingredientes se usan en crudo. Lo habitual es que el eneldo se incluya en una vinagreta, la cual se mezcla con las rodajas de pepino.
Los pepinillos (es decir, los pepinos encurtidos) también se llevan muy bien con el eneldo. Lo que se hace es agregar semillas de eneldo al vinagre de la conserva, donde también se pueden incorporar pimienta, ajo, laurel y otros ingredientes.