Se llama enjambre a un conjunto de abejas. El término suele utilizarse respecto al grupo cuyos integrantes salen de la colmena con el objetivo de formar una nueva colonia.
Antes de avanzar con la definición de enjambre, es conveniente tener en claro una serie de conceptos ya mencionados. Las abejas son insectos voladores que producen miel y cera. El espacio natural o construido donde viven recibe el nombre de colmena, mientras que el territorio delimitado en el cual desarrollan su vida se denomina colonia.
Cuando las colonias se encuentran saturadas y ya no queda espacio para acopiar miel ni reproducirse, se produce naturalmente una división: el enjambre. Una cierta cantidad de abejas se marcha de la colmena junto a la abeja reina y se instala en un sitio cercano. Luego las abejas exploradoras se encargan de hallar otro lugar apropiado para la creación de una nueva colonia. En la colonia original, mientras tanto, una flamante reina ocupa dicha posición y reemplaza a la reina vieja que emigró en el enjambre.
Cuando un apicultor se encuentra con un enjambre descansando sobre una planta, es normal que haga lo posible por capturarlo, ya que de este modo puede ganar una nueva colonia sin invertir dinero. Para conseguir este objetivo debe confinar al grupo de abejas en una cámara de cría o en un nuclero con cuadros de cera, y también puede utilizar jarabe de azúcar.
La época en la cual los enjambres suelen salir es el período que se extiende entre la primavera y el verano, que es precisamente cuando ocurre el aumento de la población descrito más arriba. Aunque para una persona sin experiencia la captura pueda parecer muy difícil o incluso peligrosa, para un apicultor no es más que una actividad más de su trabajo: simplemente le da un golpe al bolo o lo sacude y todas las abejas caen en la cámara o el nuclero.
Si se deja este recipiente en el mismo sitio durante un tiempo, es posible que las abejas atrapadas llamen a las que han quedado en libertad para que protejan a la reina; esto lo consiguen las obreras haciendo uso de una feromona por medio de la glándula de Nasanoff.
Para quienes no viven de la apicultura, un enjambre de abejas puede significar un gran peligro. Por eso, si nos encontramos uno en medio de la naturaleza es importante seguir una serie de instrucciones y consejos para evitar salir heridos:
* en primer lugar se recomienda no molestar a las abejas, ya que normalmente no atacan a los seres humanos si no se sienten amenazadas;
* debemos alejarnos lo antes posible del enjambre. Si vemos que las abejas nos siguen, es importante cubrir nuestro rostro, especialmente los ojos, la boca y la nariz;
* encontrar un refugio es la mejor opción si nos persigue un enjambre, y para ello puede servir un edificio o un automóvil, donde sea posible cerrar el paso de forma hermética hasta que las abejas se alejen;
* a pesar de lo que se promueve en la ficción, no es recomendable sumergirse en el agua, ya que algunas abejas se quedan esperando a que salgamos para atacarnos.
La idea de enjambre tiene otros usos en el lenguaje coloquial. Se le dice enjambre a un amontonamiento de individuos o de animales. Por ejemplo: “Un enjambre de gente se agolpó en la puerta del teatro para ver de cerca al cantante”, “Ten cuidado con ese enjambre de perros”, “Hay un enjambre en este restaurante, mejor vayamos a otro lugar”.
En México, existe un postre conocido como enjambre de chocolate, que suele elaborarse mezclando chocolate de cobertura con maíz. También se le puede añadir coco, nuez, amaranto y otros ingredientes.