Oír al prójimo sin juzgarlo, con atención plena y excelente disposición a prestarle los oídos a ese individuo que necesita sentirse escuchado y comprendido marcan las bases de la escucha empática.
Escucha empática es un concepto que alude al acto de oír/escuchar con atención, y en la medida de lo posible sin interrupciones, a un prójimo con la intención de dedicarle tiempo de calidad y comprenderlo sin prejuicios.
Quien ejercita y aplica esta clase de acción demuestra respeto por el otro y, en ese contexto, se limita a acompañar y a procesar el mensaje recibido considerando tanto la voz y el tono del emisor como sus gestos. Así, es posible complementar el contenido con señales vinculadas a reacciones y postura corporal, por ejemplo.
Demostrar empatía desde el rol de oyente es una de las más básicas habilidades sociales. Siempre es valioso manifestarla, pero al conjugarla con la escucha activa uno consigue evolucionar y mejorar internamente como ser humano.
Temas
ResumenPrincipios de la escucha empática
Para implementar la escucha empática hay que conocer cuáles son sus principios y demostrar valores y recursos asociados a la bondad, la tolerancia, la concentración y el respeto.
En primer término hay que entablar una conversación o ser parte de ella comprometiéndose a brindar atención plena, inspirar confianza y a desenvolverse desde la autenticidad.
Para llevar a cabo una escucha empática es enriquecedor, de igual modo, saber diferenciar a dicha modalidad de otras clases de escucha, ya que desde la comprensión existe una variedad de escucha activa que se denomina escucha reflexiva y resulta sumamente útil como estrategia de comunicación.
Es esencial, asimismo, tener un buen manejo de las propias emociones, no pasar por alto la importancia de la validación emocional, ofrecer un feedback constructivo, entablar siempre un contacto visual y saber decodificar la comunicación no verbal de la manera más objetiva posible, sin suposiciones ni juicios de valor que conduzcan a confusiones, equivocaciones o malos entendidos.
La escucha empática puede cultivarse y profundizarse asistiendo a talleres y cursos o leyendo libros y publicaciones online sobre el tema.
La empatía, el respeto, el interés, la asertividad y la compasión pueden reflejarse también el entorno virtual, donde es posible implementar, por ejemplo, una escucha empática en comunicaciones por redes sociales.
Estrategias y técnicas para su aplicación
Para la aplicación de la escucha empática en múltiples ámbitos es ventajoso valerse de distintas estrategias y técnicas que inviten a ser cada vez mejores como oyentes. Todo suma para ir reconociendo limitaciones y buscando cómo sortear obstáculos o superar los desafíos que van apareciendo a medida que alguien adopta esta metodología.
La autorreflexión, las técnicas de comunicación efectiva y hasta el mindfulness son grandes aliados para quienes desean proporcionarle a alguien apoyo emocional, pretenden colaborar en la resolución de conflictos o poseen un cargo o puesto laboral que requiere hacer uso de los beneficios de la escucha empática.
También es posible aprovechar Internet para instruirse virtualmente en cuanto a tips y prácticas que favorecen el desarrollo de habilidades empáticas o acceder a pautas de entrenamiento en escucha empática.
Tal como surge del día a día, es extenso y diverso el campo de aplicación de la escucha empática, mediante la cual uno aprende a hacer a un lado el ego, aceptar otras miradas u opiniones y fortalecer los vínculos con los demás.
En el plano familiar y/o personal, este tipo de escucha es imprescindible. Por indicar un ejemplo que mucha gente puede llegar a entender y reconocer: destinar tiempo, entusiasmo, atención, interés y comprensión a los hijos, escucharlos empática y respetuosamente, crear para ellos un entorno o espacio seguro y transmitirles aceptación incondicional les enaltece la autoestima, les genera seguridad y los lleva a comprobar el amor y la confianza que se les da en su hogar.
En materia laboral, es (o tendría que ser) un requisito clave ejercer la escucha empática si se desea trabajar en el área de servicio al cliente de una empresa; si se es un/a profesional del ámbito de la medicina (especialmente dentro del sector de la salud mental) o si se pretende ocupar un cargo vinculado a la educación.
La escucha sin prejuicios, la validación emocional, la sensibilidad, el respeto y la calidez emocional son elementos que enriquecen y fortalecen a todas las relaciones humanas.
Ejemplos de escucha empática
Afortunadamente abundan los ejemplos de escucha empática y siempre vale la pena informarse sobre ella para saber en qué consiste y poder ponerla en práctica en cada situación que así lo requiera.
A grandes rasgos, más allá de poder describir casos hipotéticos que sirvan como referencia u orientación, es preciso mencionar que quien oye a otro demostrando empatía tiene la intención de comprenderlo y, al escucharlo y tal vez hacerle una devolución constructiva, hacerlo sentir visible e importante.
El personal de una empresa que se encarga de recibir y gestionar reclamos, quejas o consultas de usuarios, en particular, debe destacarse por su tolerancia, sus habilidades de comunicación verbal, su paciencia, su predisposición hacia el trabajo en equipo y aptitud para el manejo de situaciones complicadas. Fundamentalmente, debe demostrar flexibilidad, empatía, respeto, inclinación al diálogo y disposición hacia la escucha activa.
Un docente que escucha atentamente a un estudiante y, desde la comprensión y un espíritu empático, lo alienta, acompaña y apoya deja al descubierto una vocación que va más allá de su función laboral al frente de un curso. Si este educador aplica la escucha empática, seguramente podrá ponerse en el lugar del alumno y entender sus emociones, sentimientos y realidades dando lugar así a una conexión humana que es tan importante, transformadora y beneficiosa como la dinámica de transmisión y adquisición de saberes.
Publicado por 
