El vocablo griego spáthē llegó al latín como spatha. Ese es el antecedente etimológico inmediato de espada, término que en nuestro idioma hace referencia a un arma blanca.
Antes de avanzar, es importante señalar que un arma es un dispositivo o un utensilio que se usa con fines defensivos o para perpetrar un ataque. En el caso específico de las armas blancas, se trata de objetos de ataque que se basan en la presencia de una hoja metálica.
Características de las espadas
Las espadas se destacan por la extensión de su hoja metálica. Dicha parte del arma es recta, filosa y puntiaguda, con lo cual puede provocar heridas cortantes.
Más allá de esta definición amplia, las hojas de las espadas pueden presentar diversas características según el modelo. Hay espadas con hojas que terminan en punta pero que carecen de filo, mientras que otras no tienen punta pero cuentan con filo en uno o en ambos bordes.
Si nos centramos específicamente en lo señalado por la Real Academia Española (RAE), la espada siempre tiene una hoja recta. Por lo tanto, es posible diferenciarla del sable, cuya hoja es arqueada. Sin embargo, en el lenguaje coloquial, se suele llamar espada a toda arma blanca con una hoja más o menos larga, independientemente de su eventual curva, con lo cual se incluye en este grupo a los espadines, los espadones, los estoques, las cimitarras, las catanas y los floretes, por ejemplo.
En cuanto a las partes de la espada, además de la hoja, hay que nombrar a la empuñadura. Dicho segmento se forma con la guarda o guarnición, el pomo y el mango y hace posible el control de la hoja. La vaina, en tanto, es la cubierta donde el arma se guarda y se traslada.
Evolución histórica
Se estima que las primeras espadas fueron creadas en el segundo milenio antes de Cristo. Esto quiere decir que estas armas nacieron en la llamada Edad de Bronce, caracterizada por la irrupción de la metalurgia de esta aleación de estaño y cobre.
Aquellas espadas primitivas solo constaban de la hoja y de un mango. Con el tiempo, fueron volviéndose más complejas.
En torno al siglo XIII a. C., comenzaron a popularizarse las espadas de hierro. En el Imperio romano y en la Antigua Grecia este tipo de espadas resultaron muy importantes.
El desarrollo de las armas de fuego provocó una disminución de la relevancia y el uso de las espadas. Así, de a poco dejaron de utilizarse en el terreno militar, donde pasaron a formar parte del uniforme ceremonial.
Espadas mitológicas y de ficción
La espada tiene una gran trascendencia a nivel cultural. Se la considera como un símbolo o emblema de poder y aparece en múltiples leyendas y obras de ficción.
Entre las más conocidas se encuentra Excalibur, la espada del rey Arturo. Este personaje, que representa al monarca perfecto, obtuvo su espada de la Dama del Lago.
El Zorro, en tanto, es un personaje creado por Johnston McCulley que hace justicia con su espada. Además de salir en historietas, protagonizó una exitosa serie de TV.
He-Man, León-O (ThunderCats) y Conan el Bárbaro también se lucen con su destreza en el manejo de la espada.