Un estornudo es un acto reflejo que se produce por una irritación en la mucosa de la nariz y que consiste en expulsar aire y saliva mediante la propia nariz y, en ocasiones, la boca. Lo habitual es que el estornudo se provoque por la aparición de polvo u otros agentes extraños en la zona nasal.
Cuando una persona estornuda, expulsa violentamente y de manera involuntaria aire que tenía en los pulmones. El acto suele incluir un movimiento de la cabeza hacia delante (que contribuye a la expulsión de aquello que irrita la membrana nasal) y el cierre de los ojos (para protegerlos del incremento de la presión ocular que provoca el paso del aire hacia la nariz).
Causas de un estornudo
Cualquier cosa que produzca una irritación en las vías respiratorias puede provocar un estornudo. Por eso, es posible que alguien estornude al oler pimienta, ya que este condimento tiene un alcaloide que estimula los nervios de la zona.
Si un sujeto se resfría por acción de un virus, también es probable que estornude muy seguido ya que el virus en cuestión provocará la irritación y la hinchazón de las mucosas. La respuesta fisiológica ante esto será estornudar como una forma de tratar de expulsar aquello que provoca la molestia.
Es habitual que, cuando alguien estornuda, quienes estén cerca le digan «salud». La frase funciona como un deseo o un rezo para que el sujeto en cuestión recupere el estado saludable. Es España, por ejemplo, en lugar de «salud» se dice «Jesús».
Como curiosidad, puede mencionarse que el estornudo se representa a través de diversas onomatopeyas según el idioma: «atchís», «atchoo», «achú», «achoo», etc.
Remedios caseros
El estornudo provoca secreción nasal y puede surgir a raíz de enfermedades como la gripe o el resfrío, alérgenos o simplemente como un recurso del organismo para expulsar el polen, el polvo u otros irritantes. Cuando se da en forma de ataque (sucesivos estornudos que no dan tiempo a respirar entre uno y otro) o si estamos en público, puede ser una verdadera molestia. Además, el grado de intensidad puede repercutir en la inflamación o irritación de las fosas nasales, e incluso provocar el sangrado, algo que también ocurre cuando se abusa del uso de pañuelos.
Entre los consejos más comunes para combatir el estornudo se encuentra el uso de la ortiga, una planta capaz de aliviar la inflamación de las fosas nasales, la sensación de picor en la nariz y la congestión, todos factores que suelen conducir al estornudo y, finalmente, a la secreción de mucosa. La ortiga puede consumirse de varias formas, como ser preparando un té (se hierve con agua y se retira antes de consumir la infusión) o tomando suplementos (se venden en muchas tiendas de productos dietéticos). Su acción es rápida, por lo cual se recomienda usarla en cuanto aparecen los primeros síntomas.
Modificar la dieta puede ayudar a prevenir el estornudo y a reducir la secreción nasal. A través del consumo de ciertos productos naturales es posible indicarle al organismo que libere menos histamina, la causante de dichos molestos fenómenos. Algunos de los elementos que deben incluirse en la alimentación son los cítricos (como ser la naranja y el pomelo) y las verduras en general (entre las cuales destacan el pimiento, la espinaca, la zanahoria y el brócoli).
Por otro lado se encuentra el uso de la sal en forma de solución que se aplica en la nariz con la ayuda de un gotero. La preparación consiste simplemente en disolver media cucharada de sal en 200 ml de agua caliente. Su aplicación, sin embargo, puede ser molesta ya que es necesario inhalar para que cada gota recorra las fosas nasales y luego expulsarla por la boca.