La estratósfera, también mencionada como estratosfera (con acento en la sílaba -fe), es una de las capas de la atmósfera: el manto gaseoso que rodea al planeta Tierra. Se trata del sector que se extiende entre los 12 y los 50 kilómetros de altura.
Junto a la tropósfera y la mesósfera, la estratósfera forma la homósfera, que es el conjunto de las tres capas más cercanas a la superficie. En el caso concreto de la estratósfera, se ubica en la zona media de la homósfera.
Debido a la absorción de la radiación electromagnética por parte de las moléculas de ozono, en la estratósfera la temperatura se incrementa con la altitud. Por otra parte, se trata de una capa atmosférica con un bajo nivel de humedad.
En la estratósfera se halla la llamada capa de ozono, un sector con una concentración elevada de ozono que absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta de alta frecuencia. El uso de determinados compuestos químicos genera, desde hace años, un debilitamiento de la capa de ozono, conocido como agujero de ozono.
El agujero de ozono hace que la estratósfera ya no absorba como antes las radiaciones ultravioletas, por lo cual estas radiaciones llegan a la superficie en mayor cantidad, provocando diversos problemas a las personas, como incrementos en la cantidad de casos de cáncer de piel, cataratas y otros trastornos.
Es importante mencionar que la capa de ozono, en realidad, no es una capa que pueda detectarse en la estratósfera, sino una franja con mayor concentración de ozono que el resto de la atmósfera.
Entre la tropósfera y la estratósfera existe una zona de transición que se conoce con el nombre de tropopausa, en la cual la temperatura tiende a aumentar a causa del ozono y de su relación con la radiación ultravioleta que viene del sol.
Otro de los fenómenos relacionados con la estratósfera es el impacto que ésta sufre a causa del paso de los aviones, ya que éstos suelen moverse a una altura promedio de 11 kilómetros, precisamente entre la tropopausa y el comienzo de la estratósfera. Con el crecimiento que ha tenido el tráfico aéreo en las últimas décadas aumentaron las emisiones de ciertas sustancias que permanecen entre la alta y la baja estratósfera, como ser el vapor de agua, el dióxido de carbono, el hollín y los óxidos de azufre y de nitrógeno.
En la actualidad, los aviones solamente generan hasta un 3% del total de las emisiones asociadas con el efecto invernadero, lo cual no supone un impacto considerable sobre el calentamiento global. Esto no quiere decir que no causen ningún problema importante; por el contrario, dado que los gases que emiten se quedan en la parte alta de la tropósfera, el vapor de agua provoca un aumento en las probabilidades de formación de nubes de tipo cirros, capaces de retener una mayor cantidad de calor en el planeta, lo cual sí contribuye con el calentamiento global.
Otra causa de problemas ambientales es la emisión de óxidos de nitrógeno, también proveniente de los aviones, algo que está directamente ligado a la eliminación del ozono en la estratósfera. Aunque los gases de efecto invernadero emitidos por estas máquinas no viven mucho, llegan a la estratósfera gracias a que son liberados muy cerca de ella.
En la estratósfera, el aire tiene una densidad equivalente al 90% de la presente en la superficie de la Tierra. En sus capas inferiores, su temperatura tiene una media de -56 grados centígrados, y la velocidad que alcanzan sus corrientes de aire ronda los 200 kilómetros por hora. Como curiosidad, algunas investigaciones han revelado la presencia de pequeños microorganismos provenientes del espacio exterior que viven en la estratósfera.