Estrella binaria es una expresión que se emplea en el ámbito de la astronomía para identificar a una clase de sistema estelar que se compone de un par de estrellas que se caracterizan por orbitar en torno a un centro de masa compartido.
Cuando la distancia entre este tipo de estrella es muy corta, la evolución estelar individual está sujeta a una influencia o un condicionamiento producto de las transformaciones de la compañera. El progreso estelar de las binarias, por lo tanto, se entiende de forma integral, como un todo.
Hay ciertas particularidades que las distinguen, clasificaciones que aportan más precisiones sobre ellas, fenómenos asociados y descubrimientos científicos vinculados a las estrellas binarias, por eso a lo largo de esta publicación compartiremos múltiples datos en relación a esta temática.
Tipos de estrellas binarias
Las estrellas binarias, en función de sus características, se dividen en distintas familias.
Las binarias visuales, por citar una variedad específica, se distinguen sin mayores complicaciones mediante la utilización de telescopios pese a que su detección no es tan sencilla debido a que su correspondiente periodo orbital suele extenderse por más de cien años. Si unas se sitúan por delante de sus respectivas compañeras y terminan eclipsándolas, en cambio, adquiere relevancia la categoría de binarias eclipsantes. En este caso, los expertos tienen en cuenta la curva de luz, pero como la luminosidad va variando, en ciertas circunstancias estas estrellas pueden ser confundidas con una estrella variable.
Existen, asimismo, las binarias astrométricas (las cuales son detectadas como consecuencia de la perturbación que una estrella produce en el movimiento de la restante a raíz de la atracción asociada a la gravedad) y las binarias espectroscópicas (aquellas que, una vez que se analiza su espectro, se comprueba que éste se compone de líneas espectrales de un par de estrellas). En este último caso se procede a estudiar la espectroscopía de la estrella y se aprovecha el denominado efecto Doppler para evaluar la luminosidad con el propósito de establecer fehacientemente si se trata de estrellas binarias.
De clasificarlas en base a cómo está configurado cada sistema, entonces ganan protagonismo las especificaciones de binaria separada, binaria semiseparada y binaria de contacto, según corresponda.
Descubrimiento
En 1783, un aficionado a la astronomía llamado John Goodricke le dio impulso a la idea de investigar la existencia de grupos estelares. Casi dos décadas más tarde, William Herschel se focalizó en el estudio de uniones de estrellas que, como resultado de las leyes de atracción, se juntan formando un sistema. Así se fue trabajando en la observación, definición y clasificación de dobles estrellas, falsas estrellas binarias y estrellas binarias auténticas.
En este contexto, Herschel dedicó tiempo a medir tanto la orientación como el grado de separación de cientos de pares que, aparentemente, reunían las condiciones para ser calificadas como binarias. De acuerdo a sus registros, tras veinte años de observaciones detectó que aproximadamente cinco decenas de pares habían modificado su orientación.
Obtener datos acerca de esta clase de sistemas es esencial para profundizar y certificar los saberes relacionados a la formación de estrellas. Analizando estrellas binarias, según se deduce de la práctica, los expertos en astronomía consiguen establecer cuál es la masa de, por ejemplo, una estrella distante, averiguar el radio y la temperatura y avanzar así en el conocimiento de estrellas que no son binarias.
Fenómenos y procesos conectados con las estrellas binarias
Existen diversos procesos y fenómenos que tienen vinculación con las estrellas binarias. Un sistema binario conformado por un par de estrellas que posee una masa media baja, por describir una posibilidad a modo de referencia, puede llegar a ser el punto de partida para el surgimiento de supernovas de clase Ia.
Tampoco se puede pasar por alto la chance de detectar una binaria de rayos X, la cual se constituye con un objeto compacto (ya sea un agujero negro o una estrella de neutrones) y una estrella convencional perteneciente a la llamada secuencia principal. Hay binarias de rayos X tanto de alta como de baja masa.
Cabe resaltar, de igual modo, que en ciertos púlsares o supernovas tiene trascendencia un fenómeno conocido como transferencia de masa. En este marco, una materia que se encuentra gravitacionalmente adherida a un cuerpo (que por lo general es una estrella) se acopla a nivel gravitacional a otro cuerpo (usualmente un agujero negro, una enana blanca o una estrella de neutrones) y termina acrecentándose en él.
Como las investigaciones no se detienen, de vez en cuando trascienden novedades revolucionarias que suman detalles interesantes sobre las estrellas binarias. No hace mucho tiempo, por ejemplo, se hizo público un hallazgo de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle basado en un atípico sistema estelar binario de perfil gemelo con órbita circular, rayos X y una masa considerable. En él se logró divisar a una supernova «ultraexplotada» o en una etapa de agotamiento. Este tipo de modelos, señalan los especialistas, representan excelentes oportunidades para indagar y reconstruir con cada vez más precisión el inicio del universo y, a la vez, comprender mejor la dinámica del cosmos.