El primer paso que vamos a dar para conocer el significado del término exageración es su origen etimológico. En este caso, hay que exponer que deriva del latín, exactamente de “exaggeratio”, que es fruto de la suma de los siguientes componentes léxicos:
-El prefijo “ex-”, que puede traducirse como “hacia fuera”.
-El verbo “aggerare”, que es sinónimo de “acumular”.
-El sufijo “-cion”, que se usa para indicar “acción y efecto”.
Llegó al castellano como exageración: el acto y la consecuencia de exagerar. Este verbo (exagerar), por su parte, hace mención a recargar o agrandar algo, dándole un tamaño excesivo o una magnitud que no es la real. El término también alude a aquello que supera los límites de lo razonable o de lo verdadero.
Por ejemplo: “Ordenar cinco pizzas grandes para tres personas es una exageración”, “Hablar de una crisis social me parece una exageración”, “El funcionario aseguró que la restauración del edificio costará más de medio millón de pesos, pero los analistas afirmaron que esa cifra es una exageración”.
Entre los sinónimos de exageración están desproporción, ponderación, aumento o exceso. Por el contrario, entre sus antónimos podemos destacar palabras tales como mesura, comedimiento, atenuación, medida o sobriedad.
Cuando una persona narra un hecho añadiendo detalles o amplificando ciertas cuestiones, está exagerando. Supongamos que un joven describe ante sus amigos un gol que anotó. El muchacho en cuestión eludió a dos rivales antes de marcar: sin embargo, en su relato, asegura que esquivó a cinco defensores y que definió de espaldas al arco, cayéndose. Estos detalles suponen una exageración.
Hay exageraciones que no tienen demasiada relevancia, como la mencionada exageración del futbolista que detalla cómo hizo un gol. En cambio, otras sí son graves: una ONG no puede exagerar la cantidad de dinero que se necesita para ayudar a una familia que atraviesa un determinado problema, por citar un caso, ya que dicha exageración supondría una estafa si el monto recaudado supera lo que en realidad se necesitaba y la organización se apropia del excedente.
De la misma manera, no podemos pasar por alto el hecho de que en el ámbito de la publicidad es muy habitual hacer uso de la exageración a la hora, por ejemplo, de destacar las ventajas de un producto o los aspectos positivos de cualquier tipo de servicio. Lo hace porque es una manera no solo de resaltar las cualidades a favor del artículo en cuestión sino también de poder lograr acaparar la atención del público.
Así, por ejemplo, todos hemos podido ver anuncios de cuchillos donde estos no solo son capaces de cortar carne, verduras o pescado sino también latas de refrescos y otros materiales de gran dureza. Es más, incluso hay algún anuncio de una pasta dentífrica blanqueadora que nos muestra que quienes la usan tienen que taparse la boca mientras duermen porque el blanco de sus dientes ilumina la habitación.
A nivel literario, la exageración puede manifestarse a través de una hipérbole, un recurso que agranda características o cualidades. “En su mano cabía el mundo entero” es una hipérbole que exagera el tamaño de una mano.