El vocablo latino extenuāre llegó al castellano como extenuar. Este verbo hace referencia a debilitar o quebrantar.
Algunas oraciones de ejemplo
Por ejemplo: “La patronal pretende extenuar a los trabajadores con idas y vueltas”, “La empresa de telefonía me quiere extenuar para que no continúe con mi reclamo, pero no voy a parar hasta el día en que me devuelvan el dinero”, “Ten cuidado, si les exiges tanto a los empleados los vas a extenuar y eso no es beneficioso para nadie”.
En el deporte
Extenuar, por lo tanto, se asocia a cansar o fatigar. En el caso del deporte, es posible recurrir a este verbo para hacer referencia a tácticas o partes de ellas que tengan el objetivo de obstaculizar el avance de los contrincantes. Esto se da cuando existe un enfrentamiento entre dos equipos, cuando un jugador intenta que sus oponentes malgasten su energía intentando superar su marcación, por ejemplo, ya que sin ella no habrá mucho que puedan hacer para ganar el partido, más allá de su técnica o su experiencia.
Tomemos el caso de un jugador de básquetbol (baloncesto) que se especializa en la faceta defensiva. En cada partido, este basquetbolista tiene la función de marcar al goleador del equipo rival, persiguiéndolo por todo el campo y presionándolo de manera constante para dificultar su accionar. Esta defensa asfixiante pretende extenuar al oponente, haciendo que se quede sin energía ni fuerza.
Algo similar podemos observar en el fútbol, donde los defensores pueden usar diferentes tácticas más allá de la mera marcación de los jugadores que intentan avanzar hacia su portería. No existe una única manera de encarar un rol en este deporte, así como sucede en casi cualquier otro: el objetivo principal es obtener la victoria en cada partido sin infringir las reglas, lo cual incluye respetar la integridad física de los demás jugadores y abstenerse de insultarlos. Agotar, extenuar al enemigo para que su rendimiento decaiga entra en el rango de las posibilidades.
Otras acepciones
La idea de extenuar también puede utilizarse como sinónimo de agotar, en el sentido de extinguir, finalizar o acabar. Supongamos que una empresa acumula muchas deudas y está al borde de la quiebra. El dueño de la compañía, preocupado por el futuro pero dispuesto a seguir luchando, reúne a los trabajadores y les comenta que va a extenuar todas las posibilidades antes de declararse en bancarrota. De esta forma, está comunicando que probará diferentes alternativas con el objetivo de dejar atrás la crisis.
Extenuar los recursos, en tanto, supone terminar con ellos. Para evitar la extenuación de los recursos naturales, es necesario evitar la sobreexplotación y no malgastarlos. El primer paso es la concienciación de nuestra relación con ellos, para entender que si los respetamos saldremos beneficiados, tanto en el ámbito económico como en nuestra salud y la de nuestra descendencia.
Si bien la mira suele ponerse sobre la industria a la hora de evaluar el estado del medio ambiente, los hábitos de consumo son tan importantes como los métodos de extracción y explotación. Antes de usar cualquier producto deberíamos preguntarnos si realmente lo necesitamos, y seguidamente moderar su uso para no agotarlo antes de tiempo. Precisamente, luego del consumo viene el desecho, otro punto crucial de esta cadena que también está vinculada con la contaminación ambiental.
Una opción que tenemos en la actualidad es comprar dispositivos de gran eficiencia energética: no importa si estamos hablando de un horno eléctrico, un ordenador o un televisor, hoy en día los aparatos son mucho más respetuosos con el medio ambiente que sus antecesores. A veces es necesario invertir un poco más de dinero para poner nuestro granito de arena y evitar que se lleguen a extenuar los recursos naturales.