Antes de entrar de lleno en la definición del término fitopatología, vamos a proceder a descubrir su origen etimológico. En este caso podemos subrayar que deriva del griego, ya que es fruto de la suma de varios componentes léxicos de dicha lengua:
-El componente “phyton”, que puede traducirse como “vegetal”.
-El sustantivo “pathos”, que es sinónimo de “enfermedad”.
-La palabra “logos”, que es equivalente a “tratado” o “estudio”.
Al estudio de las enfermedades que padecen las plantas se lo denomina fitopatología. Se trata de una disciplina científica cuya función consiste en diagnosticar y controlar diversos trastornos de los vegetales.
La fitopatología -también llamada patología vegetal– se centra en enfermedades fisiológicas, alteraciones abióticas e infecciones. Sin embargo, no tiene en cuenta los daños que provocan los animales en las plantas.
Mucho tiempo atrás, el ser humano consideraba que las enfermedades de los vegetales eran producto de una acción sobrenatural. A partir del desarrollo de la fitopatología, empezaron a detectarse los verdaderos causantes de estos males, identificándose virus, hongos y otros agentes responsables de los problemas.
A nivel general, la fitopatología agrupa las enfermedades según su origen biótico o abiótico. Entre los factores bióticos que pueden desencadenar un inconveniente fitopatológico, aparecen los hongos, las bacterias y los virus.
Es importante establecer que cuando un vegetal sufre una enfermedad por culpa de un factor biótico el desarrollo de la misma se lleva a cabo a través de diversas fases: la contaminación, la penetración del patógeno en cuestión, la infección, la incubación, la invasión, la reproducción del mencionado patógeno, la diseminación y la supervivencia.
Respecto a los factores abióticos, se encuentran las inundaciones, las sequías, el viento y la contaminación.
De la misma manera, entre los factores abióticos también se encuentran otros igualmente significativos como la nieve, la deficiencia de nutrientes, la compactación del suelo, un pobre drenaje del suelo, la intoxicación por altas concentraciones de elementos tales como el ozono o el aluminio, un exceso o una clara deficiencia de iluminación, el empleo por parte del hombre de ciertos herbicidas…
La genética, la botánica, la bioquímica, la fisiología, la microbiología y la biología molecular son algunos de los campos del saber que intervienen en la fitopatología. Al experto en estas cuestiones se lo denomina fitopatólogo: estos especialistas suelen trabajar en agencias gubernamentales, instituciones internacionales, universidades o empresas industriales.
Los cambios que se registran en los patógenos y la irrupción de nuevas enfermedades obligan a la actualización constante de la fitopatología. Para el tratamiento de las enfermedades, el fitopatólogo puede actuar sobre el patógeno, el ambiente o las plantas hospedantes. La fitopatología es clave para la economía ya que un porcentaje importante de la producción agrícola se pierde por esta clase de problemas.
Tan importante es la disciplina que nos ocupa que, por ejemplo, en España existe la Sociedad Española de Fitopatología, que fue creada en el año 1981 y que tiene entre sus objetivos el realizar acciones que potencien la investigación en cuanto a patología vegetal, el difundir trabajos de fitopatología o favorecer el contacto entre fitopatólogos del país.