El vocablo latino fraxĭnus llegó a nuestro idioma como fresno. El término hace referencia a un tipo de árbol que forma parte del grupo familiar de las oleáceas.
Los fresnos constituyen el género Fraxinus. Se trata de unas sesenta especies que, más allá de las diferencias que exhiben entre sí, presentan varias características en común.
El fresno común
Se llama fresno común a la especie Fraxinus excelsior. Otras denominaciones coloquiales de este árbol son fresno de hoja ancha y fresno norteño.
Nativo del continente europeo y de otras zonas, el fresno común suele tener una altura de alrededor de 30 metros. Dispone de un tronco de gran grosor, hojas compuestas, flores de tamaño reducido y un fruto seco no dehiscente que tiene como ala a su pericarpio.
Otras especies
El fresno blanco, fresno blanco americano, fresno americano o fresno de la Carolina (Fraxinus americana) es una de las especies más populares del género Fraxinus. Puede medir hasta 35 metros de altura y vive aproximadamente un siglo.
El fresno verde o fresno rojo americano (Fraxinus pennsylvanica) es similar al fresno blanco. De hecho, muchas veces ambas especies son confundidas; de todos modos, exhiben diferencias en el envés de las hojas y se desarrollan en distintas clases de ecosistemas.
Entre los fresnos también encontramos al fresno negro (Fraxinus nigra); el fresno azul (Fraxinus quadrangulata); el fresno florido, fresno del maná o fresno de flor (Fraxinus ornus); el fresno de Oregón (Fraxinus latifolia); y el fresno silvestre mexicano (Fraxinus uhdei), por mencionar otras especies.
La madera del fresno
Por su dureza, su elasticidad y su densidad, la madera del fresno es muy apreciada y se emplea para la fabricación de múltiples productos. A nivel general, puede decirse que se destina sobre todo a la producción de artículos que deben tener una buena resistencia.
Con madera de fresno, por lo tanto, se hacen bates, arcos y mangos de herramientas, por ejemplo. Además se realizan guitarras y otros instrumentos musicales, embarcaciones, muebles, toneles, puertas y tarimas.
Otro uso que se le otorga a esta madera es como leña. Gracias a que incluso arde cuando todavía está verde, dicha utilización está bastante extendida en numerosas regiones.
Uso medicinal
En la medicina tradicional es habitual que se recurra al fresno ya que se le atribuyen a estos árboles diferentes propiedades. La corteza y las hojas se utilizan desde hace mucho tiempo para el tratamiento de varias acepciones.
Entre las propiedades que suelen mencionarse, se indica que el fresno es antiinflamatorio, analgésico, laxante, diurético, cicatrizante y astringente. Las infusiones de su corteza o de sus hojas se suministran para tratar trastornos digestivos, problemas de las articulaciones y afecciones circulatorias.
Es importante mencionar que, antes de ingerir cualquier producto destinado a incidir sobre el estado de salud, resulta imprescindible consultar a un médico de confianza. Automedicarse o seguir consejos de personas que no son profesionales de la medicina puede implicar un grave riesgo. No se puede obviar que, por más que una infusión de fresno sea un preparado de origen natural, puede tener contraindicaciones y generar efectos adversos en el organismo.