La fruta es el fruto comestible obtenido de ciertas plantas cultivadas o silvestres. Suele ser ingerida como postre (es decir, al final de la comida), ya sea fresca o cocinada. Por lo general la fruta se come cuando está madura. También se elaboran jugos, jaleas y mermeladas de fruta.
La fruta presenta un alto porcentaje de agua (que puede llegar al 95%), es rica en vitaminas y minerales, y tiene pocas calorías.
En el caso de las vitaminas hay que subrayar que las frutas incorporan y ofrecen dos clases de ellas fundamentalmente: la Vitamina A, que se puede encontrar en las fresas o en el kiwi, y la Vitamina C, que es la predomina en las ciruelas o en el melocotón. No obstante, tampoco hay que pasar por alto el hecho de que también entre los componentes de la fruta se encuentran la fibra, las proteínas, los glúcidos y los aromas.
Importancia de la fruta en la dieta
Este alimento, por lo tanto, es el ideal para las personas que deciden seguir una dieta para bajar de peso, ya que aporta nutrientes y no engorda.
Teniendo en cuenta que las frutas son alimentos especialmente recomendables para incluirlos en cualquier dieta a la hora de adelgazar es importante subrayar además el hecho de que entre ellas existen varias que son las más aconsejables para lograr dicho objetivo. Así, por ejemplo, entre las mismas destaca la manzana por aportar muy pocas calorías y porque ninguna de ellas son materia grasa.
De la misma forma también se apuesta por la piña. ¿El motivo? Que la misma no sólo es poco calórica sino que además tiene propiedades saciantes y quemagrasas, sin olvidar que es un alimento estupendo desde el punto de vista diurético.
Continuando en materia de alimentación para adelgazar hay que hablar de que también se aconseja el consumo de naranjas, que son estupendas contra el estrés y mejora los huesos, y también el del plátano que es conocido fundamentalmente por ser un magnífico instrumento para aportar a nuestro organismo hidratos de carbono.
Las fresas, el melón, el kiwi, la ciruela o la pera son igualmente frutas aconsejables para incluirlas en nuestra dieta.
Distintas clasificaciones
Es posible clasificar a las frutas en distintas categorías. Hay frutas de carozo o hueso, que tienen cáscara dura y una semilla grande (como el membrillo); frutas de pepita, que son aquellas con varias semillas pequeñas (manzana, pera); y frutas de grano, con numerosas semillas minúsculas (higo).
Por otra parte, se puede distinguir entre fruta fresca (aquella que se consume de forma inmediata o a los pocos días de la cosecha) y fruta seca (sometida a un proceso de secado, su consumo se produce después de varios meses de cosechada).
Se conoce fruta cítrica a la fruta que presenta un alto contenido de ácido cítrico y vitamina C, con sabor ácido. La naranja, el limón y el pomelo son ejemplos de frutas cítricas.
Las frutas del bosque, por otra parte, son aquellas frutas pequeñas que, más allá de su cultivo, suelen crecer en arbustos silvestres. La frambuesa y el arándano son frutas del bosque.